Al-Azraq es feliz en Granada pero tiene Alcoy en su memoria

Alcoi

Alfonso Caerols ha cumplido su gran ilusión: ostentar un cargo de su filà, los Mudéjares, tras toda la una vida perteneciendo a los populares Palominos. Alfonso ha sido el alférez moro y ha recorrido las calles del centro de Alcoy acompañado por sus emires y huríes en una carroza que ha representado uno de los patios de la Alhambra.

El cargo ha escenificado el personaje del caudillo Al-Azraq que ha tenido que huir de Alcoy y de sus tierras para refugiarse en Granada. Allí se encuentra feliz, rodeado por toda la cultura árabe, sus paisajes, sus jardines… por sus amigos, sus familiares y sus seres queridos, pero tiene en mente su lugar de origen y dentro de un año regresará para intentar reconquistarlo.

Para hacer realidad este sueño, Alfonso se ha rodeado de un gran equipo, encabezado por la Asociación Gormaget Aspromín y por todos sus seres queridos. El diseño de su traje lo han realizado Santi Carbonell y Víctor Ferrer y plasmado por Tocats i turbants. También el boato de la filà lo han realizado Santi y Víctor pero en este caso con la colaboración de Jordi Peidro y Dani Pinillos, mientras que los emires, damas y sabios, los ha ideado Juan Climent y plasmado por La Jaima de Villena. Por último, la escuadra especial ha sido también de Juan Climent y elaborada por Maisa.

Por último, la música y los ballets también han sido muy importantes. Alfonso ha desfilado a los sones de una marcha compuesta ex profeso para él por Juan Carlos Sempere Bomboí que fue un regalo de los emires y huríes y que lleva por nombre Al-mithal, Al de Alfonso, y ‘mithal’, de ejemplo a seguir. Respecto a los ballets ha resultado espectaculares tanto el de Ana Botella bajo el título de El oráculo, como el de Gawazi que llevaba por nombre Jardines de la Alhambra.