Gracias profesora, gracias amiga...
Pau Bernabéu, director Campus d'Alcoi de la UPV
La Columna Pau Bernabéu (22/05/2023) "Gracias profesora, gracias amiga..."
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Alcoy
Hoy quisiera dedicar esta columna a todos los profesores que me formaron a mí y a cientos de alcoyanos en primaria, en la EGB (Educación General Básica). En homenaje a mi profesora y amiga desde los años 80 del siglo pasado hasta el 5 de mayo de este año en que falleció. Carmen Pastor Pérez. Doña Carmen.
Esa etapa de mi vida la cursé en el Colegio San Roque Masculino, escuela que ya no existe, y digo bien, masculino, ya que las chicas iban al Colegio San Roque Femenino, el actual colegio San Roque mixto. Menos mal que los tiempos avanzan y ahora los jóvenes de hoy en día pueden compartir la docencia en un aula sin discriminación en este aspecto.
En mi primer y segundo curso tuve como profesor a Don Lucas, con él empecé a darme cuenta de que era más de ciencias que de letras. Pero fue sin duda, con D. José Vilaplana, mi mejor profesor, espero no se molesten los demás, el que me hizo disfrutar de las ciencias, las matemáticas… aún recuerdo sus clases. Además tuve la suerte de que me volvió a dar clases en sexto, séptimo y octavo, D. José muchas gracias. En cuarto y quinto, D. Jaime, nos enseñó además a organizarnos, a jugar al ajedrez, a jugar al baloncesto, a hacer teatro, siempre tenía alguna actividad en clase para aprender jugando.
Llegamos así a la segunda etapa, sexto, séptimo y octavo. Aquí la enseñanza pasaba a ser de varios profesores, recuerdo a Dña. Lidia en Dibujo, a D. José Luís en inglés, a D. Teodoro en ciencias sociales, a D. José Vilaplana en ciencias naturales, a D. Luís Gordejuela en matemáticas y como no a mi gran profesora que bregó conmigo hasta el último día de su vida, mi profesora, mi amiga, Carmen Pastor. Yo siendo un hombre de ciencias puras me fui apasionando por las letras, consiguió que me expresara mejor, hoy sé estar en público, hablar, estructurar mis palabras, siempre que esté tranquilo gracias a ella, gracias a Carmen.
Carmen dejó de ser profesora en Alcoy, para poner rumbo a nuevos proyectos familiares en Valencia, justo cuando yo estaba cursando segundo de Ingeniería Técnica Superior de Telecomunicaciones, tuve la suerte de encontrarla un día por casualidad por las calles de Valencia.
Pues bien, estando en tercer curso de Teleco pasé una crisis existencial, esa que les pasa a todos los alumnos universitarios, que puede ser de distintos grados, pero que debes superar, porque te hace más fuerte, te forja. Pero para ello, debes tener hombros donde apoyarte y allí tuve la suerte del hombro de Carmen, que hoy está huérfano.
Carmen era única, inteligente, hábil escritora, pintora, escultora. Una mujer renacentista, de conversación fácil, pero sobre todo era sufridora. Sufría por los demás, sin preocuparse por ella, aguantaba su dolor como nadie, necesitaba libertad, volar, su mundo era el arte, la conversación.
Por esto, gracias, D. Lucas, D. José, D. Jaime, Dña Lidia, D. José Luis, D. Teodoro, D. Luis, Dña Carmen, por haberme ilusionado en estudiar, en aprender, en superarme, no sólo a mí, sino a tantos. Hicisteis un gran trabajo. Por eso cada día que me levanto siendo director de la EPSA sólo puedo pensar en daros las gracias a vosotros protagonistas de mi vida por ser lo que soy.
Que Dña Lidia y Dña Carmen descansen en paz.
Gracias profesora, gracias amiga…