El cuervo

Alcoy

Un día un cuervo que tenía mucha sed, y no encontraba donde beber, vio una jarra con agua. Rápidamente se acercó a ella y metió su pico para beber, pero sólo quedaba un poquito de agua y no llegaba hasta ella con su pico.

Por más y más que lo intentaba no conseguía llegar hasta ella. Dejó de intentarlo y miró a su alrededor, sabía que si no conseguía beber podía morir. Cogió una piedra y la echó dentro de la jarra, cogió otra piedra y también la echó dentro. Así continuó echando piedras hasta que el nivel del agua subió lo suficiente para que pudiese beber sin ningún problema y de esta manera evitó morir de sed.

Ante los problemas tenemos dos opciones: una es rendirnos, quejarnos sin hacer nada o, incluso, llorar y culpar a otros; la otra opción es mirar a nuestro alrededor, no perder la calma y buscar una solución con lo que tengamos más a mano.

La próxima vez que las cosas no nos salgan como esperamos, seamos como el cuervo, mantengamos la calma y veamos como podemos mejorar nuestra situación.

Me había propuesto no hablar de política, pero se acerca el fin de semana y este domingo tenemos una cita con las urnas. No olvidéis que es muy importante nuestro voto, que después es muy fácil quejarse, pero es ahora cuando se escucha nuestra voz. Cada uno de nuestros votos es una piedra que hace subir el nivel del agua para alguien.

SED FELICES