El VCF de Baraja y los chavales gana créditos y respeto en la catedral

Valencia

Definitivamente, ha sido una suerte enorme que, en los años más crudos de Meriton, en la peor etapa de desinversión y desidia de Lim, el Valencia haya tenido a Baraja y a este grupo de chavales excepcionales. Ese equipo, con el técnico a la cabeza, conquistó anoche mucho crédito y mucho respeto en un escenario siempre complicado como es La Catedral. Por el planteamiento inicial, por la reacción y la remontada tras el gol de Óscar De Marcos y por la valentía ante jugadores con mucho más cuajo. El partido de Fran Pérez, que por fin tuvo premio a la insistencia y el esfuerzo, de Pepelu, de Javi Guerra, de Hugo Duro, de Mamardashvili es para sentirse muy orgullosos. De no ser por el Pipo y ese puñado de jugadores implicados, valientes, que van a todas, el Valencia estaría en Segunda. Afortunadamente, están todos ellos. Que esta temporada han dado un paso al frente. El 3-0 al Atleti, la victoria en el Pizjuán y el empate de anoche hablan por sí solos. Este es un Valencia del que estar orgullosos. Mucho.