El Servigroup Hoteles Benidorm arranca un punto de oro ante Bidasoa de Irún
El equipo de Marco Krivocapic volvió a dar una gran versión de sí mismo ante los irundarras


Benidorm
Quizás en el fragor del final de la preciosa batalla vivida este martes en el Palau d’Esports l’Illa de Benidorm el empate (29-29) cosechado por el Servigroup Hoteles Benidorm ante el Bidasoa de Irún pudo saber a poco, pero lo cierto es que el punto arrancado por los benidormenses ante el tercer clasificado de la Liga Asobal y, sobre todo, la imagen dada por el equipo debe servir no sólo para dar un salto (aunque sea provisional) en la clasificación, sino también para renovar (todavía más) la confianza en un equipo que en este tramo final de la competición está mostrando, al fin, su mejor cara.
Intensos y endebles en sus defensas. Así comenzaron el choque tanto el Servigroup Hoteles Benidorm, sabedor de que puntuar ante el Bidasoa de Irún podía colocar al equipo en una posición privilegiada para lograr la salvación; como el conjunto irundarra, empeñado en mantener su racha de invencibilidad y, con ello, seguir apretando al Granollers en la pelea por el título de los ‘mortales’.
De nuevo, y ya se ha convertido en norma, el conjunto local se apoyó en un Joao Bandeira que, especialmente en ataque, conseguía paliar la enorme laguna que, evidenciada en una portería terriblemente ineficaz, estaba siendo una defensa, de nuevo, muy fallona.
Con esos mimbres, los minutos fueron pasando y el marcador llegaba al ecuador de la primera mitad con empate a nueve y con porcentajes paupérrimos en ambos arcos (una parada de Witkowski por dos de su compatriota Skrzyniarz, lo que llevó a Marco Krivocapic a solicitar un primer tiempo muerto buscando, seguramente, una reacción defensiva que pudiera provocar algún tipo de nueva configuración del encuentro.
Sin embargo, tras ese breve parón, las cosas apenas cambiaron. Tampoco influyó, por fortuna para el equipo local, la exclusión de dos minutos de Nacho Valles, que el Bidasoa de Irún no supo aprovechar para tomar algo de aire. No cambiaron las cosas en defensa, pero sí en ataque, donde los dos equipos comenzaron a evidenciar errores que, al menos hasta ese momento, no se habían producido.
Así las cosas, el choque entró en los cinco minutos finales antes del descanso con la misma intensidad y ese fue el momento en el que Witkowski entró en calor, encadenó hasta cuatro paradas providenciales, para permitir que el Servigroup Hoteles Benidorm se marchara con una mínima renta de 14-13 al vestuario.
Esa reacción local se vio rápidamente desactivada tras la reanudación, cuando tres pérdidas de balón consecutivas permitieron al Bidasoa de Irún volver a tomar la iniciativa del juego aunque, de nuevo de la mano del fenomenal Bandeira, el Servigroup Hoteles Benidorm se empeñaba en mantener vivo el encuentro para llegar al minuto 10 con un preocupante 19-21 en el luminoso.
Se tornó entonces el partido en un choque mucho más duro, con defensas más contundentes que reflejaban a la perfección el miedo real, en ambos equipos, a que cualquier acción desafortunada terminara por romperlo por completo.
Por suerte para los intereses locales ese mini apagón llegó del lado irundarra y los de Marco Krivocapic, de nuevo llevados en volandas por su afición, se metieron en los diez minutos finales del choque, esos que tan bien les habían funcionado en el pasado ante Puente Genil y Villa de Aranda, con ventaja de un gol en el marcador (23-22).
La entrada entonces de Leo Maciel en la potería del Bidasoa de Irún en sustitución del enormemente fallón hoy Jakub Skrzyniarz le dio un nuevo impulso a los visitantes. Más acertado que su compañero, en él se estrellaron algunas de las mejores jugadas del Servigroup Hoteles Benidorm en esos minutos finales, emocionantes y decisivos.
Con 29-29 en el marcador y el tiempo cumplido tras una parada providencial y salvadora de Witkowski en un mano a mano contra dos jugadores irundarras, quedó un último tiro para los locales que Bandeira estrelló contra la barrera dándole un punto de oro a un Servigroup Hoteles Benidorm que, con ello, da un paso de gigante hacia la salvación.