El editorial de SER Deportivos: Basta ya de sabotajes
El Club Balonmano Benidorm debe proteger sus intereses elevando una queja tras la última actuación arbitral sufridaEl Club Balonmano Benidorm debe proteger sus intereses elevando una queja tras la última actuación arbitral sufrida

El editorial de SER Deportivos: Basta ya de sabotajes
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Benidorm
A esta hora, a las tres y veinte de la tarde, han pasado algo más de 16 horas desde que la pareja arbitral formada por los colegiados Huertas Herrador y García del Salto dieran por finalizado el choque entre el Servigroup Hoteles Benidorm y el Bidasoa de Irún con empate a 27 en el marcador y desde entonces un término no ha dejado de revolotear por mi mente: sabotaje.
En el balonmano, el sabotaje se define como una acción ilegal que impide o retrasa que el equipo contrario ponga en juego el balón en los últimos 30 segundos de un partido y eso es lo que sucedió ayer durante el último ataque local, con empate en el marcador, y con muchas opciones de conseguir que los dos puntos se quedaran en el Palau.
Pero sabotaje también es otra cosa. Sabotaje, según la primera acepción del diccionario, es el daño o deterioro que se hace de manera intencionada y más o menos disimulada. Y ayer, en el Palau y de la mano de los dos árbitros ya mencionados, esto también se puede aplicar.
Y se puede aplicar el término sabotaje como se podría hablar también de robo, porque lo que han venido perpetrando Huertas Herrador y García del Salto en esta temporada hacia el Servigroup Hoteles Benidorm es, precisamente, eso: un sabotaje y un robo.
Podríamos ahora retrotraernos a lo vivido en los dos partidos ya disputados ante Logroño, donde el paupérrimo nivel de esta pareja de colegiados quedó claramente patente con decisiones incomprensibles que siempre jugaron en contra del equipo benidormense.
Podríamos, como digo, irnos atrás en el tiempo, pero no hace falta porque lo visto ayer, en esos últimos segundos del partido ante el Bidasoa de Irún lo resume todo a la perfección: un preocupante desconocimiento del reglamento o, en el mejor de los casos, una flagrante incapacidad de interpretarlo y aplicarlo.
Todo se ciñe a los últimos cuatro segundos de juego, cuando en pleno ataque del Servigroup Hoteles Benidorm en busca del posible 28-27, Huertas Herrador y García del Salto señalan una falta del Bidasoa de Irún que, evidentemente, precisaba de un saque y una acción muy rápidas en busca del gol.