Lola Vélez, CEO de Quinta Lacy: “Tu boda debe reflejarte, no copiarse de otras"

Elda

"Soy la Lola", dice entre risas Lola Vélez, directora de Quinta Lacy, un salón de eventos que lleva 16 años creando experiencias memorables en el Vinalopó. Su nombre es ya un referente tanto en celebraciones íntimas como en grandes eventos empresariales, y el secreto de su éxito parece sencillo: “escuchar al cliente, entender qué necesita y hacer que todo fluya sin estrés”, explica. Los tiempos cambian, y también lo hacen las celebraciones. Las bodas ya no son solo grandes banquetes, sino experiencias personalizadas; las comuniones buscan originalidad y dinamismo; y los eventos de empresa se transforman en encuentros estratégicos donde la imagen lo es todo.

Ampliar

Cerrar

Planificar un evento es, para Lola, una cuestión de conexión, ilusión y confianza: “Lo primero es saber quiénes son los protagonistas y qué quieren. Tu boda debe reflejarte, no copiarse de otras. Si eres tradicional, será tradicional. Si eres extrovertido, que lo sea tu boda también”. Con planificación anticipada, ensayos y un sólido trabajo previo, el objetivo es claro: que los anfitriones disfruten como invitados. Incluso cuando surgen imprevistos, como anillos perdidos o ramos olvidados, su equipo responde con una sonrisa y soluciones efectivas: “Cuando todo está preparado, es más fácil improvisar”. Uno de los grandes aciertos de Quinta Lacy ha sido incorporar el servicio de wedding planner, una figura clave para que cada pareja pueda vivir su día sin preocupaciones, sabiendo que cada detalle está bajo control.

En Quinta Lacy, la cocina no es un complemento, es parte central de la experiencia. La apuesta por una gastronomía elaborada con productos frescos, combinando tradición y vanguardia, ha sido una constante desde el primer día. La cocina propia, de casi 1.000 metros cuadrados, es símbolo de su apuesta por la calidad. Y mirando al futuro, Lola lo tiene claro: seguir creciendo, modernizando el espacio y emocionándose con cada mensaje de agradecimiento. “La vida hay que celebrarla. Y si puede ser, con nosotros, mejor”, concluye