Un entrenador de baloncesto femenino de Alicante admite que pidió fotos íntimas a dos jugadoras
El juicio se celebra en la Audiencia provincial y está acusado de cometer 20 delitos continuados de abuso sexual

Sonia Martín

Alicante
Un entrenador de baloncesto de un equipo de categorías inferiores femeninas de un club de la provincia de Alicante, acusado de cometer 20 delitos continuados de abuso sexual entre septiembre del año 2021 y junio de 2022, ha reconocido en el juicio que se celebra en la Audiencia provincial, que pidió fotografías "íntimas de los pechos, con y sin sujetador, a dos de las jugadoras", que en ese momento eran menores de edad.
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El acusado ha negado haber pedido imágenes al resto de jugadoras, aunque ha asegurado que quedó con algunas de ellas "a solas" para "intentar animarlas" ya que estuvieron antes con otro entrenador que "las hundió totalmente". De hecho, la defensa sostiene que la intención de dar abrazos y de quedar con las jugadoras "no era sexual" y niega que su cliente hubiera realizado tocamientos.
Escrito de acusación del fiscal
Sin embargo, según señala el fiscal en su escrito de acusación, el acusado "se aprovechó de la circunstancia de que tenía relaciones personales con muchas jugadoras con ánimo de satisfacer sus deseos libidinosos y con acciones respecto a algunas jugadoras del equipo y otras amigas de ellas, tanto mayores como menores de edad".
De acuerdo con el escrito, cuando estaba con ellas "realizaba diversos actos sexuales como sentarlas, ponerlas y colocarlas encima de sus piernas y cogerlas como sacos de patatas, así como darles muchos abrazos, palmadas y besos en la cara" y tocamientos en varias partes del cuerpo. Asimismo, sostiene que en las conversaciones privadas con las jugadoras a través de Whatsapp e Instagram "les hacía proposiciones y les manifestaba su interés en quedar a solas".
Fotografías íntimas
Dos de las menores han testificado que el acusado les pidió "fotografías íntimas de los pechos con y sin sujetador" y una de ellas ha aseverado que le preguntó la talla. Otra ha apuntado que coincidió con él en el curso de entrenadores, en el que se dirigieron la palabra para saludarse y, más tarde, en un partido, el hombre se le acercó a hablar con términos como "mi niña, qué guapa, cómo has cambiado", lo que le provocó "incomodidad".
Por otro lado, varias de las jugadoras, todas menores de edad en el momento de los hechos, han declarado que les invitó a "quedar a solas" y dos han testificado que lo hicieron. Algunas de las jóvenes han testificado que el acusado daba abrazos "sin contexto alguno" o "al empezar o acabar los entrenamientos" y varias de ellas han expresado que sentían incomodidad porque "no les gusta el contacto físico" y les "molestaba".
La mayoría de las jugadoras ha negado haber sufrido tocamientos, sin embargo, una de ellas ha manifestado que cuando le abrazaba le "agarraba por la cintura y daba besos en la cara".
La Fiscalía pide 61 años de prisión, inhabilitación especial para cualquier profesión u oficio, sea o no retribuido, que conlleve contacto regular y directo con menores de edad y una indemnización que asciende a los 45.000 euros para el conjunto de las víctimas, por 20 delitos continuados de abuso sexual.
"Sin intención sexual"
Por su parte, el abogado de la defensa ha resaltado que "se ha reconocido desde el primer momento los mensajes enviados a dos de las mujeres", si bien ha matizado que la intención de los abrazos y de quedar con las jugadoras "no era sexual".
En este sentido, el letrado ha manifestado que "dar muchos abrazos no pueden ser cuatro años y seis meses de prisión" y ha asegurado que "no había tocamientos y nadie lo vio como agresión sexual, incluidas las jugadoras en el momento de los hechos".
Además, ha apuntado que con una de las jugadoras quedó a solas "y no pasó absolutamente nada" y ha reclamado que "vio a una jugadora una sola vez en dos años", por lo que "no puede ser un delito continuado", pese a que "puede que ellas se sintiesen incómodas".




