
El Hospital Universitario de Bellvitge implanta con éxito un corazón artificial
Los médicos del hospital de Bellvitge opinan que el futuro pasa por los corazones artificiales dado que los trasplantes no llegan a todos los pacientes con afecciones cardíacas

ACN
Eufemio, el paciente trasplantado, fue intervenido en el hospital de Bellvitge (L'Hospitalet del Llobregat) el pasado mes de noviembre, y asegura que ha su calidad de vida ha mejorado sensiblemente ya que puede dormir acostado y puede caminar más sin cansarse
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El Hospital Universitario de Bellvitge ha implantado un corazón artificial que, por primera vez en Cataluña, permite al paciente hacer vida normal en su domicilio y no estar ingresado en el centro. El paciente es Eufemio, un hombre de 57 años que fue intervenido en noviembre del 2011 y que tres meses después ha explicado en rueda de prensa que "me encuentro mucho mejor, puedo dormir tumbado en la cama, cosa que antes no podía hacer, y puedo caminar más sin cansarme tanto ". El dispositivo implantado es un turbina que complementa la función de bomba que hace el ventrículo izquierdo del corazón. Este corazón artificial está conectado con un dispositivo exterior que contiene las baterías y que lleva el paciente colgado de una pequeña mochila.
Eufemio sufrió un infarto agudo de miocardio en 1999. Desde entonces su corazón tenía una disfunción que le obligaba a ingresar reiteradamente en el hospital, hasta que la última vez tuvo que quedarse ingresado porque no se podía casi mover, según ha explicado él mismo, y necesitaba medicación constante.
Este tipo de dispositivos suelen ser un puente para que funcionen durante unos meses hasta que el paciente es finalmente trasplantado. El caso del Eufemio es diferente porque se le ha implantado un, el Incor, con el objetivo de conseguir que funcione a más largo plazo, como mínimo tres años, y una vez acabe este periodo se revaluará si es apto para al trasplante.
Este dispositivo no sustituye al corazón, sino que asiste su parte izquierda. El paciente ha tenido un postoperatorio sin incidencias y, aunque debe continuar yendo al médico para pasar los controles, son él y su familia los encargados de cargar las baterías, cambiarlas y hacerle las curas.
Volver a dormir acostado
Eufemio ha explicado "lo más incómodo es tener que llevar siempre cargando la máquina que lleva las baterías, pero me he acostumbrado". Ha añadido que al principio "no sabía ni que era" llevar un corazón artificial y que le extrañó la propuesta de los médicos. Ha celebrado la mejora pero ha segurado que su objetivo es poder acabar haciéndose el trasplante.
