Las guarderías públicas, sin apenas listas de espera en la capital

Hasta 200 euros tienen que pagar al mes las familias con menos recursos. Desde la Plataforma en Defensa de la Etapa de Educación Infantil denuncian también la eliminación de becas como la 'cuota cero'.

467 escuelas públicas infantiles con 45.000 plazas en Madrid y un importante descenso en la escolarización que se une a la necesidad de más oferta pública. Parece una contradicción la que desvela el informe sobre la Situación de la Educación Infantil que esta mañana se ha presentado en el Ateneo de Madrid. Sin embargo, se entiende fácilmente por la subida de las tasas.

La portavoz de la agrupación de la Marea Verde que ha elaborado el balance, la Plataforma en Defensa de la Etapa de Educación Infantil, explica que "cuando la escuela pública tiene precios superiores a muchos centros privados, la conclusión de la Comunidad es que no hay necesidad. No es que no haya necesidad. Hay mucha necesidad, pero con los precios que han puesto es imposible".

En el caso de los bebés de las familias con las rentas más bajas este año la cuota mensual se eleva hasta los 200 euros al mes. Precios inaccesibles para muchos, que han ido creciendo desde hace años unos 30 euros de media, mientras desaparecen las becas.

Ha desaparecido, por ejemplo, la cuota cero para las familias con menos recursos. Una situación de la que quiere alarmar la plataforma con su informe. "Es determinante. Es que es inasumible para muchísimas familias y para familias medias. Las escuelas infantiles de la Comunidad han ido perdiendo calidad", denuncia Alonso. Además, asegura que en muchísimas escuelas las listas de espera han bajado casi hasta extiguirse: "Se puede hacer un recorrido por muchísimas escuelas y gente que a lo mejor tenía a su niño en una lista de espera con más de 130 personas por delante, está encontrando que le faltan veinte personas para acceder".

Las escuelas públicas de 3 a 6 años también se están viendo perjudicadas por los recortes. Según se puede leer en el informe, la situación ha llegado hasta tal punto que muchos profesores temen ponerse enfermos porque nadie les sustituye y se distribuye a los niños entre el resto de clases.