Bankia nunca renunció a cobrar del IVF y quedarse sólo con las acciones del Valencia

VALENCIA

Los abogados de los dos demandantes que lograron la nulidad provisional del aval de la Generalitat a la Fundacion Valencia C.F. por un montante de 81 millones de euros (75 en un primer momento) habian solicitado al IVF y publicitado que disponían de unas cartas de Bancaja dirigidas a la Fundacion, en las que, en el caso de que la Fundación incumpliera los pagos a Bankia, el IVF como avalista sólo podría cobrarse de la Fundacion con las acciones (70.04% del VCF) y que por tanto entendían y solicitaban a la Generalitat (IVF) que, como avalistas de la operación, estaban liberados ante Bankia a responder con dinero y sólo podrían hacerlo con las acciones de la Fundación.

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Es una interpretación sesgada de la realidad. Los documentos que adjuntamos demuestran que Bankia lo único que hizo fue garantizar a la Fundación Valencia C.F. que, en el caso de impago a Bankia, el IVF como avalista del crédito para poderse resarcir del pago que habría tenido que hacer al banco (ya hizo en febrero uno de 4.8 millones) sólo embargaría de la Fundación las acciones que posee del VCF y ningún otro bien que esté a nombre o sea propiedad de la Fundación.

Pero en ningún momento, como es lógico, Bankia renunció a cobrarse en dinero del IVF -Generalitat, pues de haberlo hecho o aceptado desde un principio sí que habría sido una grave negligencia de la entonces Bancaja, el conceder un crédito a una entidad con poca solvencia que sólo aportaba como garantía de pago un 70.04% de las acciones del VCF. Es decir, Bancaja había estado aceptando en caso de impago quedarse con la propiedad del VCF.

Los documentos que aportamos y publicamos demuestran que Bancaja sólo protegió a la Fundación del VCF en el sentido de que sólo le embargarían las acciones del club y no otras propiedades que tuviese a su nombre. Tiene sentido que esto lo pidiera la Fundación, pues fue una entidad que usaron como instrumento o pantalla para ser la tenedora del 70.04% de las acciones del VCF.

El resumen es que, si se mantuviera la vigencia del aval, con la próxima sentencia de el TSJ, la Generalitat Valenciana siempre sería avalista con dinero en el caso de que la Fundación no pudiera pagar. Y la Generalitat podría resarcirse de la Fundacion sólo con las acciones y convertirse en dueño.

El Banco siempre puede elegir entre embargar las acciones o el dinero de la Generalitat y, lógicamente, cuando esté el aval vigente nuevamente (si es que lo llega a estar) Bankia se cobrará en dinero (como ya lo hizo en febrero con 4.8 millones de la cuota impagada en agosto de 2012) y no con las acciones, pues tiene libertad para elegir una cosa o la otra.