Denuncian la "vulneración sistemática" de los derechos de los presos en Palma

Palma de Mallorca

La prisión de Palma sólo cuenta con un psicólogo por cada 252 presos. En total, hay seis profesionales de este tipo para una población de 1.514 reclusos. Lo denuncia la asociación Equipo 25.2, una entidad sin ánimo de lucro que trabaja dentro de la prisión asistiendo a los presos y sus familias y sirviendo de contra parte a los informes y trabajos que realizan los funcionarios del centro. Se trata de una entidad pionera en España que ha comenzado a andar hace unos meses con no pocos problemas.

El abogado y responsable de la entidad, Coco Campaner, explica que los recursos de los presos para obtener, por ejemplo los permisos, solo prosperan en base a los informes del equipo técnico del centro. El trabajo de la asociación permite ahora que los reclusos cuenten también "con el seguimiento de los profesionales de la entidad", entre los que hay abogados, psicólogos, criminólogos y educadores.

Campaner denuncia la vulneración de los derechos de los presos "de forma sistemática" y la falta de medios para cumplir con el objetivo de reinserción. En la prisión hay un psicólogo por cada 252 internos. "No salen las cuentas. Aunque tengan voluntad de hacerlo bien, 1.500 personas son muchas y no se puede conseguir un verdadero tratamiento rehabilitador".

Afirma que a través de la asociación se han presentado casi una decena de denuncias contra funcionarios y trabajadores de la cárcel por vulnerar los derechos de los internos. Una trabajadora está imputada en tres causas por estos motivos. Campaner señala que la asociación da herramientas al preso para poder denunciar abusos, algo que hasta ahora no se hacía por el miedo a las represalias.

"Los internos cuando había que denunciar eran objeto de represalias. Vas a tener tus castigos encubiertos, vas a tener sanciones, te voy a cambiar de módulo, son una serie de prácticas que se hacen y al final, ellos lo que quieren es salir cuanto antes" afirma Campaner.

 El abogado denuncia que no se cumple el objetivo de reinserción, avalado por las cifras. La mitad de quienes han pasado por la cárcel, vuelven a delinquir. "Es una puerta giratoria, el que entra en prisión vuelve. El sistema no está preparado para estos internos. La administración penitenciaria está en un segundo nivel, es opaca, nadie sabe lo que ocurre allí". 

La asociación es pionera en España en el trabajo que realiza. En unos meses, echará a andar una iniciativa similar en Valencia.