‘Legislatura breve y fructífera’

Algeciras

Estimado colega:

Yo soy de los que piensan que estos cuatro meses de la undécima legislatura, han resultado enormemente útiles en contra de la opinión de muchos que han calificado este periodo como un fracaso y una pérdida de tiempo.

Creo que han servido para que los ciudadanos sepamos muchas cosas.

Por ejemplo, nos hemos enterado de la verdadera ideología de algunas formaciones.

El PSOE ha enseñado su patita derecha, al firmar su alardeado pacto con ciudadanos, un partido que ha jugado a dos barajas, de un lado pedir un gobierno con el partido popular y de otro apostar a la ruleta de que los socialistas consiguieran apoyos o abstenciones para gobernar en minoría y pescar algún ministerio.

Hemos sabido también que la finalidad de todos los que lo niegan en público, es repartirse sillones, porque les dejó en evidencia la formación de la mesa del congreso.

Además, en contra de lo dicho en campaña, nos han demostrado que la diputación permanente ha servido de nuevo para mantener privilegios, al incluir en su composición nombres que suenan en ámbitos judiciales, otorgándoles el aforamiento hasta la próxima cita electoral.

Igualmente nos han recordado que el salario de sus señorías es sagrado. Los 350 diputados y los 266 senadores seguirán cobrando su sueldo, 120 de ellos porque seguirán trabajando en esa diputación permanente y el resto porque percibirán dos meses de indemnización, por los servicios prestados.

Eso sí, han hecho gala de una enorme actividad parlamentaria como poder legislativo. No se han aprobado leyes, al no haber gobierno, pero se han realizado numerosos viajes: 27 nada más y nada menos, a destinos tan variados como Tokio, Zambia, Mongolia, Uruguay oNueva York

Y, sin abundar en más asuntos, estos 240 días mal contados han evidenciado que los anuncios y promesas electorales y los gestos y conductas de cara a la galería eran solo eso, anuncios y gestos sin valor.

No se ha cumplido con la contención del déficit, por mucho que lo airearan.

Sólo se ha recibido a una veintena de refugiados de los 16 mil que se pregonaban y, por lo que nos atañe, nuestro tren sigue viajando por las vías del limbo: Aquella maquinaria cuya llegada era inminente ni está ni se la espera.

En fin, me ratifico, han sido 4 meses fructíferos porque nunca un plazo de tiempo más breve colocó a más gente en su sitio.