El informe sobre la Guerra de Irak, no en nuestro nombre

A Coruña

El día en que estalló la Guerra de Irak unas decenas de ciudadanos se concentraron ante el Palacio de María Pita al grito de No a la guerra. Unas decenas. Habíamos vivido unas semanas de infamia con el debate en torno a la existencia o no en Irak de armas de destrucción masiva con los dictámenes en contra de los inspectores de la ONU. La guerra que se desataba bombardeó mercados, escuelas, y hasta la Biblioteca de Bagdad, tesoro de la humanidad. Era la barbarie en busca de petróleo, los Mongoles según José Luís Sampedro. Se llevó por delante también a varios periodistas, entre ellos el ferrolano José Couso, tras el bombardeo intencionado de un tanque de Estados Unidos contra el Hotel Palestina, iluminado en plena noche porque albergaba a la prensa internacional. La guerra se libró con bombas y con propaganda, el eje del mal, la operación Libertad duradera, la Guerra contra el terror. Todas las palabras importantes para la civilización se vaciaron de contenido. Aquellas decenas fueron miles también en A Coruña o Ferrol, miles de protestas en medio de la infamia, de una guerra que ha cambiado todo, la confianza en los gobiernos, ya tambaleante, la idea de legitimidad. Ahora un informe de la administración británica demuestra que el trío de las Azores mintió para ir al combate. Blair ya ha pedido perdón ¿Hay alguien ahí?

Todo arrancó con la excusa de los atentados del 11 de Septiembre. En "Into the fire", Bruce Sprinstein, homenajea a los bomberos de Nueva York. Sus familias crearon la plataforma contraria a la Guerra bajo el nombre "No en nuestro nombre".