Niñodaguia, cinco siglos de alfarería

Santiago de Compostela

La parroquia de Santa María de Niñodaguia (Xunqueira de Espadañedo - Ourense) fue durante muchos años la segunda localidad gallega más importante por el número de alfareros. Las arcillas y barros de la zona distinguieron durante más de 500 años las piezas elaboradas en esta parroquia de la Ribeira Sacra que desde el sábado 5 de noviembre cuenta con un museo.

El nombre de Niñodaguia es fruto de una leyenda que habla de la aparición de la Virgen María en un nido de águilas. A los alfareros de esta parroquia se les conocía por el mote de los "calleiros" ya que en época de hambruna siempre tenían dinero para pagar los callos en las ferias que visitaban. Hace un siglo eran más de un ciento los vecinos que vivían de este oficio.

La cerámica de la zona se distingue por su vidriado amarillento y la decoración estriada. En el llamado “Monte do barro” se extraen tres tipos de barro que se conocen por sus tonalidades dominantes, así puede aprovecharse el “barro negro”, el “barro areoso” y el “barro rubio ou roxo”.

El museo-taller pretender ser un espacio interactivo basado en la cultura del barro que ponga en valor un oficio tradicional en vías de extinción, el de alfarero. En él, además de la visita guiada, se podrá participar en talleres de olería tradicional (fabircación de ollas).

Agustín Vázquez, premio Antón Fraguas en 2008, conoció el oficio de alfarero desde la infancia, con 11 años ayudaba a su tío a fabricar y a vender por las ferias los "cacharros". Con 17 años emigrar a Suiza para trabajar en la construcción pero en el año 73 regresa a Xunqueira de Espadañedo para abrir un taller de ceramista en el que llegaron a trabajar 8 artesanos. Hoy es su hijo quien da continuidad a la tradición.