La Policía Nacional alerta sobre nuevas modalidades delictivas: ‘Sexting’ y ‘Sextorsión’

Palencia

Con la proliferación de las redes sociales y las distintas aplicaciones de mensajería instantánea han ido apareciendo nuevas modalidades delictivas con delincuentes que, aprovechándose de las buenas intenciones, incluso la candidez, de algunas personas que creen no estar cometiendo ningún ilícito penal -y así es-, utilizan las nuevas formas tecnológicas de comunicación en su propio beneficio. Este es el caso de las dos modalidades delictivas sobre las que la Policía Nacional alerta e informa y que han comenzado a aflorar con cierta incidencia.

Sextorsión

Se trata de una modalidad delictiva empleada por organizaciones criminales internacionales dedicadas a las amenazas y extorsiones a través de Internet. El modus operandi consiste en la captación de víctimas a través de páginas de contactos o de las redes sociales, donde la víctima -generalmente un varón entre los 17 y los 60 años- recibe una solicitud de amistad de una mujer no conocida. Una vez establecido el contacto y tras haber tenido acceso a su círculo de amistades y familiares establecen, ganándose la confianza del incauto, una videoconferencia en la que el sujeto activo anima a la víctima a practicar lo que se ha venido en denominar "cibersexo", es decir, actos de naturaleza sexual con desnudos que se practican de forma individual frente a la cámara del ordenador, y que resulta grabado para ser utilizado por los criminales con el objeto de extorsionar a la víctima, demandándole una cantidad de dinero y amenazándole con divulgar entre su lista de amistades en la red social las imágenes que han sido grabadas. Esta actividad criminal acarrea graves consecuencias sobre la propia imagen de la víctima, llegando a efectuar pagos que envían al extranjero.

Sexting

En esencia, es una modalidad delictiva similar a la anterior. Existen grabaciones de actos de naturaleza sexual, en este caso realizados por menores de edad en solitario y ante la cámara de su ordenador o teléfono -generalmente mujeres-, que han sido convencidos por terceras personas haciéndose pasar por otros menores, para conseguir la grabación de dichas imágenes. El objetivo es comerciar con las imágenes de naturaleza sexual de un menor, o extorsionar económicamente a la víctima, y en el peor de los casos obligarle a realizar otro tipo de actos de mayor dureza, incluido el contacto físico.

Ocasionalmente, las amenazas son efectuadas por otros menores que han participado o han conseguido las imágenes a través de las redes sociales. Esta actividad delictiva presenta la singularidad de que, cuando es practicada por menores o jóvenes, éstos a veces no son conscientes de que están llevando a cabo una actividad de carácter delictivo y con relevancia penal. En ambos casos las consecuencias son muy graves, especialmente en el caso de los menores o de personas que precisan una especial protección, ya que los perjuicios que para su imagen provoca la difusión de dichas filmaciones es difícil de superar.

Por ello, la Policía Nacional aconseja no efectuar grabación alguna de esta naturaleza; mantener la cámara del ordenador portátil tapada; poner atención a los lenguajes utilizados por ciertos interlocutores, ya que a veces usan traductores automáticos al ser extranjeros; y no pagar en ningún caso, ya que el hecho de hacerlo no garantiza que el vídeo no llegue a publicarse o que se prolongue la situación coactiva, por lo que el chantaje no acaba nunca.