Sábado, 01 de Abril de 2023

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SER SALUDABLES

¿Qué le damos de desayunar a nuestros hijos?

El Dr. Casabona responde a las dudas de los padres

 

Albert Einstein decía que "lo importante es no dejar de hacerse preguntas". Las que se hacen muchos padres tienen que ver con la salud de sus hijos y su alimentación. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), en 26,2% de los niños entre seis y nueve años tiene sobrepeso y el 18,3% son obesos. Ante estos datos...¿Qué les damos de desayunar? Abordamos junto al pediatra, Carlos Casabona, autor del libro Tú eliges lo que comes, las dudas a las que muchos progenitores se enfrentan cuando tienen que elaborar el desayuno de sus pequeños.

 

1. ¿Se puede dar a los niños un desayuno saludable y que les guste?

 

Indudablemente que sí, que se les puede dar un desayuno saludable, si les apetece desayunar, que tampoco hay que forzar a nadie que no tenga hambre, pero... El hecho de que me hagas esta pregunta de entrada, parece indicar que lo saludable es triste, anodino, insípido o aburrido y que desayunar bollería, cereales azucarados, y leche con cacao azucarado es lo guay y divertido. Pues no, y lo vamos a ir viendo a lo largo de esta conversación.

 

2. ¿Que no les deberíamos dar nunca para desayunar? Nunca, nunca es una palabra muy tajante y es poco probable que diga lo que diga ahora, se cumpla un consejo en el que salga esta palabra, e incluso podría despertar el deseo de probar si digo: "Nunca se dará esto o lo otro...", pues la prohibición despierta el deseo. Creo que lo que quieres decir es : ¿Qué es lo que no deberían de tomar de manera diaria nuestros niños y adolescentes? Y entonces la respuesta es sencilla: zumos (sean caseros o industriales), bollería, lácteos azucarados (aunque diga el botecito en forma de soldado galáctico que lleva calcio, omega 3 o que ayuda a las defensas), cereales azucarados "de desayuno" (vaya inventiva que tienen los de marketing) que llevan hierro y zinc y están hechos con cereales integrales en envases gigantes con dibujitos de tigres, ranas o princesas Frozen.

 

3. ¿En qué consistiría una desayuno saludable?

El mismo que para ti. Se les puede ofrecer algo que les guste y no sea lo que hemos dicho antes, por ejemplo: un bol de macarrones con tomate del día anterior, o un huevo frito con pan para mojar esa yema que está diciendo explótame, explótame...o un huevo pasado por agua. Es lo que les daba a mis hijos cuando eran pequeños (ahora se hacen en el microondas con unos recipientes sencillos ideados para eso), les encantaba romper la cáscara con la cucharita, les volvía locos; o un plátano y un vaso de leche, o un bol con avena, leche y trocitos de manzana cortada bailando por el bol... o un yogur natural al que le echamos almendras cortadas o laminadas o en trocitos que ya las venden así y es muy cómodo; un puñado de nueces y fresas cortadas en láminas; un puñado de pistachos (sin sal) y una mandarina; una tostada de pan integral con rodajitas de tomate o con humus o con guacamole... Hay cientos de combinaciones sanas que pueden hacer nuestros oyentes pero lo fundamental es dar ejemplo y desayunar juntos en armonía, organizándose ya la noche anterior. Sí, el desayuno saludable comienza la noche anterior, acostándose pronto para dormir lo necesario (nuestros niños no duermen lo que deberían de dormir) y levantarse con hambre canina (como la patrulla, pero en nutrición) y entonces es más sencillo que les apetezca un desayuno tipo bufet de hotel de cinco estrellas. ¿Te has fijado cuando estás de vacaciones lo que desayunamos con tiempo, ganas y si te lo dan preparadito? Frutas de todo tipo bien cortada y presentada, yogures de diferentes mamíferos: que se de cabra, que si de oveja o de soja., que si panes de diferentes sabores y texturas, que si verduritas braseadas, que si tomates cherrys o tomate triturado para ponerte en la tostada que te haces allí mismo...Todo gracias a tener tiempo y hambre. Merece la pena levantarse un poco antes y sin sueño. Por eso, el desayuno comienza la noche anterior.

 

4. ¿Debemos fiarnos de los zumos sin azúcares añadidos?Ni zumos caseros, ni industriales. Es un mensaje que va a costar que le entre a los oyentes, pero cada día lo van a escuchar más. Hay azúcares libres de las dos maneras y eso no le gusta ni a Margaret Chan, la Jefa, ni a nuestro organismo, aunque sí a nuestro cerebro. Lo que sucede es que no había exprimidores en la antiguedad, ni fábricas de zumos. Perdemos la fibra, la moderación (en un zumo caben 3 naranjas y comer solo podrás una) y la masticación, y todo esto es necesario.

 

5. ¿Estamos ante la comida más importante del día? Pues no, aunque lo diga Kellogs o Nestlé en sus paquetes o lo diga Rita la cantaora o muchas guías oficiales de nutrición o la Santa Madre Iglesia. Ha sido un gol que ha colado por toda la escuadra la Industria Alimentaria (IA) a toda la población mediante una publicidad machacona, insistente y aliándose con sociedades profesionales. Eso no quita que al que le guste desayunar bastante que no se prive, pero forzar a un niño a desayunar porque lo dice todo el mundo, va a ser que no. Y de paso, quiero decir que no hay que forzar a desayunar, ni a comer, ni a cenar ni nunca a un niño. Al insistir tanto en que tienen que desayunar, la IA de los "chucheales" ha sembrado el terreno para vender sus azucarados productos con una coartada perfecta que cala en los padres: "llénate de energía, antes de comenzar el día: un buen bol de cereales chocopipis o sugarfrostis o esmakis...o especial J".

 

6. Si no quieren desayunar... ¿Deben ir con el estomago vacío al cole? No pasa nada, porque lo más seguro es que hagan un desayuno diferido; asi , en muchos coles el patio es a las 10:30h y han entrado a las 9, por lo que no pasa absolutamente nada por desayunar una hora y media más tarde, mientras sea algo saludable. ¿Qué te parece el concepto de desayuno diferido? Es una situación muy frecuente y vale más que sea así, que empujarles galletas azucaradas aprisa y corriendo pensando que se caerán desmayados en el camino hacia el cole si no desayunan nada. Miles de años nos dan la razón a todos los expertos que pensamos así.

 

7. ¿Un producto avalado por determinadas asociaciones es sinónimo de sano?

 

Evidente no, si no no hubiéramos alertado de este asunto Julio Basulto, Laura Saavedra y miles de profesionales. La OMC (Organización Médica Colegial), ya dijo que no se podían incluir sellos de asociaciones profesionales en marcas comerciales; así de claro, así de sencillo. Incluso, podríamos afirmar sin temor a equivocarnos que si hay sellos de sociedades o alegaciones de salud diciendo tal o cual ventaja, hay que evitarlos. Así de claro.

 

8. ¿Las galletas son bolleria? Indudablemente, su contenido en azúcar, que oscila entre un 17 y un 48 % y su contenido en grasas habitualmente insanas, como el aceite de palma, así lo certifica. Es algo que nos va a costar sacarlo de la mente, no solo de miles de familias, sino incluso de algunas guías y menús de guarderías en las que siguen figurando como tentempiés de media mañana o se ofrecen algún día en el menú semanal escolar.

 

9. En resumen: Un mensaje para padres y educadores respecto al desayuno en la infancia sería.... Desayunar juntos, levantándose con el tiempo suficiente para preparar algo atractivo y saludable, y sobre todo acostarse pronto para que haya pasado el suficiente número de horas para tener apetito. Si no tenemos hambre, al levantarnos, es más fácil que nos tiremos a lo dulce y fácil y rápido: un "Cadu-Cao" con leche y las galletas brontosaurio, que a una buena pieza de fruta que hay que pelar y cortar o preparar un bol de avena con almendras y trocitos de pera. Y recordar que si a tu hijo no le apetece desayunar, no le obligues. No le pasará nada, porque a los 90 minutos, seguro que se tomará esa fruta que le has puesto en la mochila.

 

JUGAR MOVIÉNDOSE

 

El sedentarismo juega un papel importante en la incidencia del sobrepeso en la infancia. Uno de cada diez niños en España tiene sobrepeso, según la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico).

 

La Organización Mundial de la Salud recomienda mantener un mínimo de 60 minutos diarios de ejercicio físico de intensidad moderada o vigoroso que sea adecuado para la fase de desarrollo y conste de actividades diversas. Practicar algún deporte que les guste y, sobre todo, les divierta (solo así será sostenible a largo plazo) o elegir opciones de ocio activas en familia puede ser una buena idea. Salir a patinar, jugar al clásico "pilla, pilla", saltar a la comba, bailar... Hay múltiples alternativas para dejar a un lado las pantallas (videojuegos, televisión, móviles) y moverse.

 

Los padres son un ejemplo para los niños. Los hijos les imitan, son sus modelos a seguir. Si los padres no llevan una vida activa, los pequeños es difícil que adopten esos hábitos. Actos cotidianos como subir las escaleras de casa, en vez de usar el ascensor; ir al trabajo (colegio) en bici o caminando asientan las bases para conseguir reducir el sedentarismo en la infancia.

 

Carlos Casabona, pediatra, autor de "Tú eliges lo que comes"

 

Sara Tabares, directora de Performa Entrenadores Personales.

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