Vía libre para la instalación de BonÁrea en Épila

El Pleno del Ayuntamiento de Épila ha aprobado por unanimidad el convenio que permitirá la instalación del macrocomplejo industrial que levantará el grupo alimentario BonÁrea en la localidad. Es un paso más de los muchos que deberán darse hasta que se inicien las obras a finales de 2018.

El primero la suscripción del convenio entre el gobierno aragonés y la corporación Alimentaria Guissona. A esto se sumó la declaración del proyecto de interés autonómico al asumir la administración el compromiso de acelerar los trámites administrativos y urbanísticos. Un acuerdo a 3 bandas, que ahora es ratificado por el Ayuntamiento de Épila, lugar elegido para su desarrollo. "Al Gobierno de Aragón le tocarán todos los trámites urbanísticos, la declaración de interés autonómico, permutas y expropiaciones", señala el alcalde, Jesús Bazán. 

Expropiaciones que está previsto realizar entre mayo y octubre de este año, pero antes habrá que delimitar el espacio definitivo para su instalación "y el número de hectáreas concretas", alrededor de 140. En su mayoría se trata de terrenos municipales. Es una "zona de expansión industrial, donde ya el Ayuntamiento ya puso sus ojos por la situación estratégica".

El proyecto de reparcelación será entre mayo y septiembre de 2018, luego llegarán las obras de urbanización y el inicio de obras. Un cronograma oficial que recoge unos plazos máximos. Todas las partes tienen claro que habrá que trabajar rápido para recortar incluso este calendario. "Tiene que estar todo listo para 2019, que es cuando se deberían poder empezar las obras y que en 2020 esté funcionando en su primera fase", remarca Bazán. 

El grupo Bonárea ya ha anunciado que para conseguirlo compatibilizarán los trabajos de urbanización con la construcción del almacén logístico.