
El gran homenaje que Vitoria ofreció al músico Jesús Guridi en 1920
Jesús Guridi fue agasajado en Vitoria en una jornada en la que el músico protagonizó un paseo triunfal entre el gentío que se echó a la calle para aplaudir a su paisano

Cortejo con Guridi a su paso por la calle Francia / ARCHIVO MUNICIPAL DE VITORIA-GASTEIZ
El compositor Jesús Guridi Bidaola nació en la calle Florida número 34 de Vitoria, el 25 de septiembre de 1886. Su padre Lorenzo Guridi Área, violinista, era natural de Gernika y su madre Trinidad Bidaola Ladesma, pianista, nació en Iruña/Pamplona. Su antecedente alavés fue su abuela paterna, Nicasia Área, que era de Vitoria.
Desde temprana edad vivió en casa un ambiente musical, propicio para iniciarse en ese arte; recibió las primeras lecciones de sus progenitores. Siendo niño la familia se trasladó a Zaragoza y posteriormente a Madrid, donde Jesús Guridi perfeccionaría su formación. Con once años ya había escrito algunas composiciones.
A principios del siglo XX la familia se instaló definitivamente en Bilbao, donde en unos Juegos Florales convocados en la capital vizcaína, Guridi -con 14 años- ganó el premio “Plácido Allende”, con su obra “Txalupan”. Continuaría progresando en sus conocimientos musicales en París, Bélgica y Alemania.
Con 22 años de edad estrenó en el teatro Campos Elíseos de Bilbao su obra “Mirentxu”. Su creación más importante hasta 1920 fue la ópera “Amaia”, que le ocupó 10 años de trabajo (1910-1920) y que fue estrenada en el “Coliseo Albia” de Bilbao el 22 de Mayo de 1920. Dado el extraordinario éxito que tuvo, la función hubo de repetirse cinco veces en el mismo escenario.
El homenaje
El clamoroso triunfo movió los resortes de las “fuerzas vivas” de Vitoria, que recordaban que el compositor había nacido en Gasteiz y se organizó un homenaje a Jesús Guridi que se llevó a efecto el 13 de junio de 1920.
La Banda Municipal, tamborileros y txistularis, se encargaron de calentar el ambiente ese día a primeras horas, recorriendo las calles vitorianas interpretando pasacalles.
A las nueve de la mañana los comisionados del Ayuntamiento de Vitoria, Sres. Carrero, Pérez y Murguía, y representantes de la Coral Vitoriana, se trasladaron a Legutiano a esperar a Guridi que venía desde Bilbao en automóvil acompañado por personalidades pertenecientes a la Sociedad Coral de Bilbao, entidad de la que fue director.

A las once y diez, entraba en Gasteiz por el Portal de Urbina -hoy Portal de Legutiano- la caravana de vehículos que transportaba a bilbaínos y alaveses. Allí esperaba numerosísimo público; la comitiva fue recibida con disparo de cohetes. Al descender Guridi del automóvil para cambiar de vehículo, el público presente le dedicó una gran ovación.

Seguidamente, el compositor, el Teniente de Alcalde Eduardo Pérez, y los directores de las corales vitoriana y bilbaína fueron acomodados en un landó -coche descubierto tirado por caballos-, cedido para la ocasión por la Marquesa de La Alameda.

En otro landó se instaló a la comisión del consistorio vitoriano que había ido a recibir al maestro a Legutiano. El cortejo lo completaban varios automóviles, situados tras los dos coches de caballos, en los que iban acompañantes de Guridi venidos desde Bilbao.

HOMENAJE A JESÚS GURIDI / ARCHIVO MUNICIPAL DE VITORIA-GASTEIZ
En la calle Francia, a la altura de la Plazuela de Los Guardias le esperaba un grupo numeroso de gente. Al aparecer, a la caravana con el landó de Guridi en cabeza, la recibió la Banda Muncipal de Música con la interpretación del pasacalle “Celedón”.

HOMENAJE A JESÚS GURIDI / ARCHIVO MUNICIPAL DE VITORIA-GASTEIZ
El desfile continuó como un paseo triunfal por las calles Mercado –hoy La Paz-, Aliados -hoy Postas- y Plaza de Bilbao –hoy Celedones de Oro–totalmente abarrotadas de gente. A lo largo del recorrido Guridi fue ovacionado y vitoreado constantemente.


HOMENAJE A JESÚS GURIDI / ARCHIVO MUNICIPAL DE VITORIA-GASTEIZ
La comitiva finalmente accedió a la Plaza Nueva –hoy Plaza de España-, cuyos balcones aparecían engalanados para la ocasión. Una salva de aplausos recibió a Guridi cuando bajó del coche para acceder al consistorio desde la plaza -por la escalinata- al salón del Ayuntamiento. A ambos lados de la escalera se habían colocado, formando un pasillo, los chicos y chicas integrantes de la Coral Vitoriana.
En los salones de la primera planta fue recibido por las autoridades, encabezadas por el alcalde Hermino Madinabeitia. El presidente de la Coral Vitoriana -Sr. Ochoa- entregó un diploma al maestro, en que figuraba este texto: “La CV rindiendo homenaje de admiración a don Jesús Guridi, glorioso autor de la opera Amaya se honra nombrándolo su Director Honorario”
Terminado el acto en el consistorio, Guridi salió al balcón principal del Ayuntamiento acompañado del alcalde, y volvió a recibir otra salva de aplausos. En su rostro se reflejaba una gran satisfacción.

Dentro del programa del homenaje, se desarrolló un concierto que fue ofrecido en el quiosco que se encontraba en el centro de la plaza –que hoy ya no existe- y que era bastante parecido al que actualmente hay en el parque de La Florida.
Intervinieron en el mismo la Banda Municipal dirigida por el Sr. Escoriaza y la Coral Vitoriana bajo la batuta del Sr. Ochoa. En la segunda parte del programa se interpretaron exclusivamente obras de Guridi. El homenajeado fue requerido por el público para que digiera la orquesta y coro en una de las composiciones. Y Guridi aceptó la y bajo desde el Ayuntamiento, ascendió al kiosko, y tomando la batuta dirigió la interpretación de su obra “San Juan Anteportaletaña”, “siendo verdaderamente atronadores los aplausos que se oyeron al terminar su ejecución”.

Finalizado el concierto y a petición del público, el Orfeón Vitoriano cantó el “Gernikako Arbola”.
Otros actos
Más de trescientas personas asistieron al banquete celebrado en honor de Jesús Guridi. La comida no se celebró en un restaurante ,como cabía esperar, sino curiosamente en una instalación industrial, concretamente en los locales del Garaje Álava, empresa que había inaugurado en esos días sus locales y que estaba situada en la calle Olaguibel.
Tras la comida y acompañado de diversos integrantes de las corales, Guridi se dirigió al Frontón Vitoriano, donde el Intendente del mismo -Juan Alti- había reservado desinteresadamente dos palcos para que el homenajeado y sus acompañantes presenciaran el festival de pelota a mano profesional. En la publicidad del programa se indicaba que “el partido empezará a las cuatro de la tarde, para que puedan asistir los del banquete al Maestro Guridi”. No se hacía referencia al homenaje, sino simplemente al almuerzo.

Terminado el primer partido, en el que Bojas y Arrieta perdieron por 12-18 ante Txikito de Azkoitia y Fernandez II, el grupo tuvo que regresar al Ayuntamiento, ya que Guridi tenía que asistir a las seis y media de la tarde a un lunch invitado por la corporación municipal, y que sirvió el “Café Moderno”. Tras este tentempié el compositor bajó a la Plaza Nueva para acceder a su coche e iniciar el regreso a Bilbao. La plaza de nuevo llena le despidió en olor de multitudes.
Así describió el periodista “Reporter” la marcha del maestro: “A las siete y media una inmensa muchedumbre esperaba en la Plaza Nueva, para despedir al ilustre vitoriano, que con su preclaro talento, ha triunfado calmorosamente, elevando a las cumbres a su pueblo querido. Cuando el público vislumbró al maestro, que subió en el auto, le tributó una de las mayores ovaciones que hemos oído tributar en nuestra vida”.
Guridi continuaría dedicado a la composición toda su vida, destacando como una de sus obras más conocidas la zarzuela “El Caserío” (1926). Falleció en Madrid el 7 de abril de 1961.
El Ayuntamiento de Vitoria le nombró Hijo Predilecto y el 27 de Junio de 1961 se colocó una placa en la casa de la calle Florida donde nació, placa que recuerda este nombramiento y que allí continúa.

Para saber más:
Artículo de Sabin Salaberri en
