Fue una civilización fascinante que habitó en la península del Yucatán durante el primer milenio antes de nuestra era y que ocupó un territorio que en la actualidad está dividido entre México, Guatemala, Honduras y El Salvador.
Construyeron imponentes ciudades, en donde instalaron sus pirámides. En su seno, además de los templos piramidales, instalaron viviendas y palacios, todos ellos unidos por calzadas o caminos de losas de piedra; y en una gran plaza, llevaban a cabo ceremonias y practicaban el juego de la pelota. Por cierto, que todo ello lo hicieron sin conocer la rueda, los caballos o las mulas.
Sus reyes eran deidades; creían que los dioses habían creado a los hombres con el maíz y ya conocían el cacao, con el que elaboraban chocolate.
Hasta la actualidad nos han llegado sus números formados por puntos y rayas o su famoso calendario para medir el tiempo, uno de los más exactos.
Se cree que las luchas entre ciudades, sumado a las sequías y a que nunca formaron un imperio unido, provocaron el colapso de esta civilización precolombina.
Son solo algunas curiosidades que se recogen en esta fantástica exposición que ha llegado al MARQ para ocupar las salas de muestras temporales hasta enero de 2018.

José Alberto Cortés, director gerente del MARQ, en los estudios de Radio Alicante SER / Silvia Cárceles
Se trata de una muestra que permite un acercamiento a esta civilización como nunca se había visto en el viejo continente. Con piezas de gran tamaño como estelas, incensiarios o la escultura de un hombre con atributos de jaguar u otras como una delicada mascara de jade, se traza un recorrido por su existencia, por sus hábitos, sus monumentos, sus tradiciones y por un paisaje tan hermoso como enigmático.
De todo ello hamos hablado con el director gerente del MARQ, José Alberto Cortés en Hoy por Hoy Alicante.