
Fondos para un museo con mucho fondo
El Museo del Escritor recauda dinero para poder ampliar sus instalaciones

Vitrinas con los objetos personales de varios escritores de habla hispana / Myriam Soto
Dos editores argentinos Claudio Pérez y Raúl Manrique fundaron este museo en su tierra natal, pero una vez afincados en Madrid, y teniendo en cuenta la cantidad de objetos personales de escritores que tenían en su poder, tomaron la decisión de refundarlo en la capital en 2013.
En número 52 de la Calle Galileo se ubica esta librería que hace las veces de Centro de Arte Moderno, porque acoge exposiciones de pintura, pero también recitales de poesía, y exposiciones de los archivos de escritores.
Ultimamente el centro ha acogido las exposiciones sobre Roa Bastos, Borges o Cortázar.

El babi de Terenci Moix / Myriam Soto
Sin embargo, la exposición permanente reúne piezas de 183 escritores, de 20 países, tanto españoles como hispanoamericanos. Solo por citar algunos, cuenta con muchos objetos emblemáticos como un libro de Chesterton, firmado por Borges en Granada en 1919, que fue de la biblioteca personal de Jorge Luis Borges, la cama de Juan Carlos Onetti, la corbata que utilizó Max Aub el día de su boda, el espejo cóncavo de Ramón Gómez de la Serna, los álbumes fotográficos de la infancia de Julio Cortázar o el libro con el que aprendió a leer Antonio Gamoneda.
El museo, que no recibe suscripción alguna, acaba de lanzar una campaña de micromecenazgo con el fin de ampliar las instalaciones, mantener la exposición y dotar al centro de mayor visibilidad.

La librería en la que se encuentra el Museo del Escritor, Galileo 52 / Myriam Soto
Como agradecimiento, se pondrá el nombre de todos aquellos que han enviado fondos en un cartel en el que figurarán los colaboradores del Museo. Quienes donen 100 euros o más, además recibirán un ejemplar de una publicación en miniatura, realizada en forma totalmente artesanal, con una tirada única de 100 ejemplares numerados, hecha en base a los fondos del Museo.
