¿Sabe cómo vivían los campaneros?

En la catedral de Ávila ya se puede visitar la casa del campanero con un precio extra de 2 euros la entrada, tanto para los visitantes que vengan de fuera como para los abulenses. Un largo proyecto que ya inició Vicente Aparicio -sacerdote administrador y canónigo del templo- comprando muebles de época para decorarla. Serán visitas grupales encabezadas por una persona que controlará y vigilará el mobiliario, por lo que no serán visitas guiadas. Fernando Gutiérrez, deán de la catedral, justifica que -por ahora- no se pueda dejar la visita libre porque son "espacios sensibles".

Se cree que fue en los años cuarenta del siglo pasado cuando habitaron allí los últimos campaneros. Para llegar a ver las estancias recuperadas hay que superar los 113 escalones que componen la escalera de caracol hecha de piedra; entre medias se puede ver la zona en la que están las 13 campanas de la catedral y unas vistas únicas de Ávila.

La complejidad de la escalera obligaba a que los materiales pesados no se pudiesen subir a pie, por lo que construyeron una polea, que a día de hoy se sigue usando para subir las imágenes de las procesiones. Por ello, y como curiosidad, los cerdos se criaban en la vivienda porque si no, después, ya no los podían subir, incluyendo la matanza que se hacía también allí; en la visita se pueden observar los clavos en los que colgaban los productos que obtenían de ella.

Los accesos serán a las 11.00, 12.00, 13,00, 16.00, 17.00, 18.00, 19.00 y 20 horas.