
Ansiedad y depresión por culpa de la contaminación lumínica
Una mala utilización de la iluminación puede provocar trastornos transitorios en las personas
En los primeros días del mes de diciembre todas las localidades de Castilla y León encienden la iluminación navideña de sus calles, algo que nos invita a muchos a salir a la calle, acordarnos más se cabe de quienes están lejos o de los que ya no están con nosotros. Pero un inadecuado uso de la iluminación, tanto la navideña como la habitual (farolas, carteles de comercios...), origina la denominada contaminación lumínica de la que hemos hablado, en A vivir Castilla y León, con Luis Martínez, presidente de la Fundación Starlight, encargados de certificar cielos oscuros aptos para la observación de las estrellas. Para él, "si usáramos de una forma racional la iluminación, podríamos explotar un recurso turístico sostenible como es la observación de estrellas". Además nos ha explicado las causas de la contaminación limínica.
Más allá del gasto energético, la mala utilización de la iluminación de las calles, los comercios, los carteles publicitarios o incluso exponerse a la luz de las pantallas de los aparatos tecnológicos por la noche, podría ser causa de ansiedad, trastornos del sueño o depresión. Así lo asegura el doctor José Miguel León, presidente de la Asociación castellana y leonesa de Neurofisiología Clínica.
- Contaminación lumínica
- Navidad
- Castilla y León
- Contaminación
- Fiestas
- Problemas ambientales
- España
- Medio ambiente
- Iluminación navideña
- Alumbrado
