Médicos que viajan para salvar vidas

Lula, tenía 18 años, abandonó Eritrea huyendo de la miseria y acabó en Libia.

Fue violada, quedó embarazada y abortó en el sexto mes de embarazo. Poco tiempo después, subió a una barca que le llevaría a Europa, pero no aguantó y murió en el trayecto.

Esta es sólo una historia de las que se viven cada minuto en muchos lugares del mundo, donde las condiciones de vida en el origen, ya son de precariedad absoluta.

Nerea Bueno y Letizia Cabo son dos médicos del Servicio de Emergencias Sanitarias Samu de Valencia, que utilizan buena parte de su tiempo libre para viajar a otros lugares del mundo con la única intención de salvar vidas.

Ser médico de emergencias significa trabajar siempre en el precipicio. Trabajan constantemente en la delgada línea que separa la vida de la muerte. Aunque esta línea casi no existe en los terrenos donde cooperan estas dos mujeres.

Letizia Cabo, colabora desde hace dos años con Proactiva Open Arms. Una ONG que se dedica al salvamento marítimo en aquellos lugares del Mediterráneo Central, donde el flujo de personas que buscan salvar su vida, es constante.

Nerea Bueno, realiza intervenciones quirúrgicas en países donde no existe la atención hospitalaria completa. Lo hace a través de Fundación Neuroquirúrgica NED y Cadena de Esperanza.

Ambas coinciden en que su concepto del ejercicio de la medicina, está en la emergencia. Los momentos extremos en los que el escenario suele ser hostil y más complicado.

También están de acuerdo en que necesitan contar y poner poner voz a las cientos de rostros, de historias, de vidas que se encuentran en otros lugares del mundo. Lugares en los que, el anhelo de salvar la vida supone ponerla en riesgo de forma constante.