
‘Ciudad Educadora’
Hace un año, en el Pleno del Ayuntamiento de Algeciras celebrado el 9 de enero de 2017, se aprobó por unanimidad la moción presentada por el Grupo Socialista en relación con el diseño del Proyecto Educativo de la Ciudad de Algeciras y su adhesión a la Red de Ciudades Educadoras
Firma Fernando Trujillo, "Ciudad Educadora"
Un año es mucho tiempo. ¡Pasan tantas cosas en un año! Desde la llegada de Donald Trump, que juró su cargo el 20 de enero de 2017 han ocurrido muchas cosas, como la sentencia del caso Nóos, la paz en Colombia, la declaración del presidente Rajoy como testigo del caso Gürtel, la compra del Banco Popular por el Banco Santander, los atentados de Barcelona y Cambrils o la declaración de independencia en Cataluña.
Aunque a menor escala, en cada ciudad también ocurren muchas cosas en un año. Echando la vista atrás vemos que nos han dejado Pepe Ojeda, Juana Mari Moreno y Ventura Morón, entre otros, o que la ciudad se ha echado a la calle para reclamar mejores conexiones ferroviarias, un servicio hospitalario a la altura de nuestras necesidades o en apoyo a la estiba o para reclamar la equiparación salarial de la Policía Nacional y la Guardia Civil con las policías autonómicas y locales.
Sin embargo, hay un asunto para el cual el tiempo no ha pasado. En principio parece un asunto menor, porque las cosas de educación siempre nos lo parecen. Son cosas de niños, de patios de colegio, de maestros protestones, de padres ofuscados pero nada más. Nada más porque para percibir que Educación es sinónimo de oportunidades, de crecimiento, de desarrollo e, incluso, de bienestar o de riqueza, para eso hay que tener la mirada puesta en el futuro, la cabeza bien llena de argumentos y el corazón instalado en la pasión por transformar la realidad.
Pues bien, hace un año, en el Pleno del Ayuntamiento de Algeciras celebrado el 9 de enero de 2017, se aprobó por unanimidad la moción presentada por el Grupo Socialista en relación con el diseño del Proyecto Educativo de la Ciudad de Algeciras y su adhesión a la Red de Ciudades Educadoras. Desde esa fecha pasaron cuatro meses hasta que el 25 de abril se llevara al Consejo Escolar Municipal la adhesión de Algeciras a la Red de Ciudades Educadoras. Finalmente, aprobada esta adhesión, no ha sido hasta el pasado lunes día 11 de diciembre que se ha vuelto a reunir el Consejo Escolar Municipal para constatar que Algeciras aun no se ha unido a la Red de Ciudades Educadoras y el Consejo Escolar se ha emplazado a enero, justo un año después de la aprobación en pleno, para decidir, a estas alturas, qué entidades o personas pueden formar parte de la comisión que trabaje por el proyecto de ciudad educadora.
¿Es un año un margen de tiempo razonable? Como diría Pau Donés, depende. En la larga historia de la ciudad de Algeciras un año más o un año menos no parece que vaya a marcar la diferencia; sin embargo, en nuestra experiencia cotidiana de la historia, no haber empezado aún significa que los trabajos de Algeciras como Ciudad Educadora arrancarán, en el mejor de los casos, en 2018, a un año de las próximas elecciones municipales, y por tanto cabe la posibilidad de que el proyecto de ciudad educadora no se haga efectivo antes de que se convoquen las próximas elecciones.
Ante esto es justo denunciar que el Ayuntamiento de Algeciras y la Concejalía de Educación no han cumplido con los compromisos adquiridos por el Pleno en un margen razonable de tiempo; así mismo, es justo pedir a todos los partidos políticos, incluido el partido que gobierna en Algeciras, que asuman esta línea de actuación como prioritaria para consolidar así un proyecto que ni siquiera ha nacido aún y mantener este compromiso cuando elaboren sus programas y empiecen sus campañas electorales.
Las ciudades se construyen con dos tipos de ladrillos. Por un lado están los ladrillos visibles, que sirven para levantar edificios y construcciones; por otro lado están los ladrillos invisibles, como la educación: sobre ellos se construyen la convivencia y el bienestar presente y futuro de una ciudad. Nosotros hemos tardado un año en poner la firma que de paso a la creación de uno de esos ladrillos. Espero, a partir de ahora, que no tardemos un año en poner el siguiente ladrillo.
