La discriminación laboral de las mujeres, el techo de cristal

A Coruña

Se suceden las declaraciones públicas sobre la necesidad de igualdad real entre mujeres y hombres y en contra de la normalización del acoso en mundos como el de la industria del cine, el teatro y el entretenimiento. Un escenario que se repite en todos los ámbitos. Esta semana hemos sabido que, según un estudio hecho por el Ayuntamiento, en A Coruña hay más mujeres que hombres con estudios superiores, pero, a pesar de esta situación, ellas tienen menos oportunidades de trabajar y también de tener un empleo con condiciones laborales similares a un varón. El 96% del empleo femenino en la ciudad se concentra en sectores con la mayor precarización, el comercio, el ámbito de las auxiliares administrativas y el de la hostelería. Y ni ganan lo mismo ni tienen las mismas oportunidades de promoción. El Club Financiero ha acogido esta semana además un seminario sobre las políticas de igualdad en la empresa, obligatorias por ley para las entidades con más de 250 trabajadores desde 2007. Hemos sabido que sólo el 10 por ciento de estas entidades tienen un plan y lo aplican. Y sabemos de sobra que en términos de conciliación para la crianza de hijos y para la atención de ancianos y dependientes estamos en pañales. Hay que cambiar el chip también en este escenario. Estamos hablando de la mitad de la población que decide siente y padece. Que consume y estudia y se esfuerza. Esta discriminación afecta también a todo lo demás.

El discurso de Oprah Winfrey en los Globos de Oro 2018. Impresionante.