Investigan la desaparición de dos códices del siglo XIV en un convento dominico

Viveiro

La priora del convento de Valdeflores en Viveiro presentó una denuncia en la comisaría de la Policía Nacional por la desaparición de dos códices de la biblioteca del convento. El monasterio de Valdeflores custodia antiguos libros y pergaminos, entre ellos estos dos que las religiosas echaron en falta a finales del mes pasado.

En septiembre del año pasado un experto dominico, congregación a la que pertenece el convento, examinó uno de los libros extraviados, y determinó que se trataba de un códice formado por pergaminos con música coral del siglo XIV. Ahora la policía está tratando de localizar a este experto que es el único que conoce el libro para obtener más detalles sobre este documento para verificiar que realmente se trata de un códice y también para conocer su posible valor, según manifestaron fuentes policiales.

Respecto al otro libro desaparecido, se supone que es otro códice puesto que se encontraba guardado junto al anteriormente citado, aunque falta información para poder determinarlo, algo que también se espera que pueda aclarar este experto dominico.

Desde la comisaria de la localidad lucense han alertado a la Brigada de Patrimonio Histórico en Madrid que ya está buscando el códice a través de las unidades que están repartidas pro diferentes provincias de todo el territorio nacional.

Los investigadores de la comisaria de Viveiro han desechado la posibilidad de que la ausencia de los dos libros se deba a un robo pues a pesar de que apareció una escalera apoyada en el muro perimetral no hay indicios de que las entradas al convento hayan sido forzadas y se baraja otro tipo de cuestión como una apropiación, sin descartar un despiste. Las medidas de seguridad de la entrada al locutorio del convento no registraron nada sospechoso y en la biblioteca y la zona de clausura tampoco hay señales de fuerza.

La Policía Nacional reforzó la vigilancia del monasterio de Valdeflores para evitar un posible “efecto llamada” puesto que el lunes el convento quedó cerrado tras marchar sus últimas moradoras.

Por otro lado, no hay previsión de que a corto plazo la congregación religiosa envíe a más monjas al convento ni que regresen las tres que están destinadas allí pero residen fuera.

Las últimas domincas de Valdeflores abandonaron el monasterio debido a su avanzada edad y a problemas de convivencia intramuros y su traslado a Asturias no tienen nada que ver con la desaparición de los libros, según las fuentes consultadas.

En noviembre del año pasado se hizo pública la existencia de problemas de convivencia intramuros, incluso Roma intervino para poner paz. Al parecer, las hermanas se agrupaban en dos bandos debido a divergencias en la forma de organizar el día a día de la congregación.