Veloces 'Victorianos' bajo la lluvia en otro encierro sin cornadas

Pamplona

Corriendo bajo la lluvia con los Victoriano del Río Cortés, algunos de los participantes en el sexto encierro de los Sanfermines sintieron esta mañana la presión de las astas en sus carnes y en sus huesos sin ir a mayores. No hubo cornadas y el parte hospitalario se antojaba exiguo para la antología de golpetazos y revolcones. Y es que los morlacos, cinco negros y un castaño, volvieron a dispararse en el recorrido y arrollaron a todo aquel que osó ponerse en su camino. La carrera comenzó como siempre con los dos cohetes preceptivos que suenan desde los corrales de Santo Domingo. Pocos minutos antes, mientras los mozos entonaban la copla que ruega el amparo del capote de San Fermín, comenzó a caer una inoportuna lluvia que mojó el pavimento con mayor riesgo de caídas.

A las ocho en punto la carrera frenética de bravos y mansos arrancó y muy pronto uno de los "Victorianos" trató de ponerse en cabeza pugnando con los bueyes que no se quedan atrás en el ritmo. La manada enfiló con perfecto equilibrio la calle Estafeta, arrollando en los primeros metros a corredores que se vieron sorprendidos por la velocidad. En Telefónica resbalaron toros y mozos y los bureles barrieron el lado derecho del vallado con situaciones de mucho peligro para mozos que sentían las astas junto a sus cuerpos. Finalmente los "Victorianos" entraron solícitos en la plaza y se encaminaron sin dar problema alguno hasta los chiqueros, bien guiados por los dobladores.

PARTE PROVISIONAL REDUCIDO

Dos traslados a centros sanitarios ocuparon el parte médico del día. Uno de ellos, un veterano corredor habitual, de 60 años, vecino de Zuasti, fue evacuado al Complejo Hospitalario de Navarra desde Telefónica con traumatismo craneoencefálico leve y herida en la nuca. El otro traslado se realizó al centro sanitario Doctor San Martín con traumatismo facial leve. La procedencia de este segundo corredor es también el tramo de Telefónica, poco antes de la entrada al coso pamplonés.