Historia

Encontrada la fachada y hornacinas originales de la Iglesia de Santa María

La Dirección General de Bienes Culturales ha autorizado su recuperación íntegra

Cadena Ser

Cartagena

La Dirección General de Bienes Culturales ha autorizado la recuperación íntegra de la fachada original de ladrillo descubierta en las catas realizadas por el equipo que está restaurando la fachada principal y lateral de la iglesia de Santa María de Gracia de Cartagena, donde también se han descubierto cuatro hornacinas tabicadas.

Así se ha desprendido de las conclusiones presentadas este jueves en el templo por el director del proyecto de restauración, el arquitecto Juan de Dios de la Hoz, quien ha detallado que han iniciado los distintos "tajos" de recuperación del ladrillo, comenzando por las zonas más altas y la torre.

De la Hoz ha señalado que, tras la aparición de la portada primigenia, la modificación del proyecto inicial, que cuenta con un presupuesto de un millón de euros aportado por el Obispado de Cartagena (400.000 euros), la Comunidad Autónoma (300.000 euros) y el Ayuntamiento de Cartagena (300.000 euros), no debe suponer un aumento significativo de la partida.

Tras la retirada de las campanas para proceder a su limpieza y restauración, comenzaron las labores previas de análisis, caracterización y lectura de los paramentos, que han dado como resultado la existencia de restos de la configuración original de gran parte de los muros, cornisas y algunas otras decoraciones, todas ellas ejecutadas en ladrillo visto.

Los trabajos han determinado que, al retirar el mortero que cubre el cien por cien de la fachada principal, se ha comprobado que por debajo existe una fábrica de ladrillo cara vista, pensada en su origen para mantenerse como acabado final y que era muy habitual a partir del siglo XVIII, cuando se construían muros ejecutados enteramente con ladrillo, a base de piezas enteras y mediadas en las caras exteriores e interiores.

La retirada de los morteros deja a la vista estas piezas cerámicas de diferentes secciones, acabados y disposición constructiva. Algunas de ellas son de gran tamaño y calidad y, aunque el recubrimiento las ha deteriorado, aún se aprecian muchos de los detalles y matices que estos muros, pilastras y cornisas tenían en origen.

 
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