Alpiste para tontos

León

Las actuales vindicaciones de capitalidad regional del regidor de Valladolid, dichas a escasos meses de las elecciones municipales, no hay que ser muy espabilado para entenderlas como parte de la estrategia electoral del candidato Oscar Puente. En su derecho está, como alcalde, de pedir beneficios políticos y dinero para el municipio que pretende seguir gobernando.

Las reacciones de los responsables políticos leoneses a este señuelo lanzado al aire electoral no dicen mucho en favor de su inteligencia. El problema de esta provincia no está en lo que diga o deje de decir el regidor vallisoletano.

Hace más de un cuarto de siglo que los gobiernos de las principales instituciones de nuestra autonomía y provincia están en manos del Partido Popular. Los dirigentes conservadores han manejado año tras año los hilos de intereses y diseñado la distribución de presupuestos millonarios de autonomía, diputaciones y capitales de provincia.

La presencia de leoneses en todos los gabinetes y en cargos destacados de los sucesivos gobiernos regionales no ha evitado la caída constante de las inversiones en nuestra provincia. Nunca hemos oído a ninguno de los alcaldes de la capital leonesa reivindicar como se debe frente al gobierno regional. Y el mejor ejemplo es el primer edil de la capital leonesa, el ex consejero de Fomento, Antonio Silván, que ni quiere, ni sabe, ni lo intenta.

En manos de estos responsables políticos populares están casi todas las competencias que afectan a nuestra vida diaria y a nuestro futuro: la sanidad, la educación, los servicios sociales, la dependencia, las subvenciones industriales, el medio natural, el acceso a internet, el desarrollo, las universidades, la investigación.

Hacia todo esto, una parte en bancarrota, es hacia donde tenemos que mirar y sobre lo que deberíamos debatir. Lo demás, incluida la campaña del candidato Puente, es alpiste para tontos. El último, el candidato socialista al ayuntamiento de León.