Segunda parte para soñar con Europa

San Sebastián

La Real Sociedad pasó por encima del Leganés para seguir soñando con Europa, después de una segunda mitad fantástica, en la que se acercó a la perfección, gracias a la magia de Januzaj (es un escándalo de jugador) y el instinto goleador de Oyarzabal. El hambre felina, de depredador del área de Willian José, culminó una goleada con la que los donostiarras demuestran que quieren mirar hacia arriba. El equipo pepinero, que hizo una primera parte muy aseada, se deshizo como un azucarillo tras el paso por vestuarios, y vivió una pesadilla para celebrar su partido 100 en Primera. La Real gana por primera vez dos partidos seguidos en Anoeta, Imanol sigue invicta, y demuestra que el partido de desgaste de la primera mitad, tirando a espeso, sirvió para rematar la faena tras el descanso.

La primera parte tuvo poca historia. La Real sí que tuvo más la pelota, pero adoleció de nuevo de profundidad como para poder perforar la defensa de cinco que planteó Pellegrino en Anoeta. Y el Leganés supo aprovechar los puñales que tiene arriba para salir rápido al contragolpe con un En-Nesiry que en más de una ocasión dejó en evidencia a Raúl Navas al marcharse en velocidad. Pero le faltó ese último halo de inspiración en los metros finales, aunque sí tuvo un buen mano a mano que le sacó Gero Rulli y que vio de cerca como Siovas casi marca en un barullo extraño dentro del área. En el otro área, Willian José y Oyarzabal estuvieron cerca del gol, aunque la ocasión más clara la tuvo Mikel Merino delante de Cuéllar, que se jugó la cara para sacarle la pelota en boca de gol. Fue lo poco masticable de una primera parte muy sosa, en la que ambos equipos actuaron con demasiado respeto al rival.

Menos mal que en la segunda parte uno de los dos equipos despertó. Fue la Real Sociedad, que completó unos segundos 45 minutos casi perfectos, mientras el Leganés se hacía cada vez más pequeño con el paso de los minutos. La Real se convirtió de repente en un vendaval de fútbol, con un par de retoques en el centro de campo, liderado por un espléndido Adnan Januzaj, que dio toda una exhibición de regates y centros con ambas piernas. Suyos fueron las jugadas de los dos primeros goles, rematadas de forma inapelable por Mikel Oyarzabal. Estuvo bien acompañado en el lateral derecho por un valiente Alex Sola, que tuvo una actuación sobresaliente en su debut en primera división. Ese 2-0 espoleó a una Real que a partir de ese momento pasó por encima del Leganés, que no encontraba la fórmula para poder pararlo. Fue realmente impresionante. Willian José se unió a la fiesta con el 3-0 tras rematar de cabeza un gran saque de falta de Ruben Pardo, y Oyarzabal rozó el merecido hat-trick. Del Leganés no hubo noticias en la segunda parte, salvo un chispazo de En-Nesiry, el único enchufado, la garra de Siovas y las paradas de Cuéllar, que evitaron un resultado mayor.