Sobre la situación política

Santa Cruz de Tenerife
Intenso fin de semana preelectoral, que confirma las intenciones de todas las fuerzas políticas de avanzar en la dirección que nos ha llevado al actual bloqueo político. Las izquierdas se recolocan para hacer frente al avance de las derechas, pero en las izquierdas Sánchez recogerá el desencanto podemita hasta superar la barrera sicológica de los cien diputados, en un Congreso en el que muy probablemente ningún otro partido se acercará siquiera a esa cifra. En la derecha el caso es distinto: más gente votará a las derechas nacionales, en el mismo borde de la mitad de los electores, pero el fraccionamiento en tres bloques alejará a cualquiera de los tres partidos de la hegemonía.
Es una lástima que el frentismo izquierdista de Sánchez y sus errores con Cataluña hayan provocado la contracción del centro político en España. El PSOE ya no reivindica la definición de centro izquierda que le llevó a obtener holgadas mayorías en otros tiempos, y en Ciudadanos –el único partido que en estos tiempos ha reivindicado una posición de centro- parecen estar narcotizados por el acuerdo de Andalucía. Nadie habla hoy de la posibilidad más sensata, que sería un gobierno del PSOE y Ciudadanos, un Gobierno moderado, de fuerzas moderadas que representan al votante moderado, que rescate las enseñanzas y modos de la Transición y serene la política convulsa que hoy lo contamina todo. Un Gobierno que sepa acometer los cambios hoy imprescindibles. Capaz de asumir que no puede cerrarse la crisis catalana sin recuperar la autoridad y no puede pacificarse una sociedad sacudida por impulsos guerracivilistas dejando fuera de la ecuación a la mitad de los españoles.




