Toni Solano: "El centro no cambia solo por quitar los deberes"

Córdoba

Cuando un centro se convierte en mediático por la decisión de quitar los deberes es obligatorio escarbar un poco para no quedarse en la superficie. Con ese ánimo, convocamos en Escuela Abierta a Toni Solano, director del IES Bovalar de Castellón de la Plana, conformado como “centro sin deberes”.

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En el debate nacional en torno a lo oportuno que es poner deberes a los alumnos españoles se cuela esta experiencia –no solo palabras, sino hechos- con la que en este centro han conseguido reducir los problemas que tenían de fracaso escolar. Se trata de un centro con un alto porcentaje de alumnos en desventaja social, por lo que el peso de la educación compensatoria empujaba a la toma de decisiones como las que describe Solano: “no tienen ayuda en casa, mandarles deberes no tenía sentido porque venían sin hacerlos y además no podían pagar una academia”.

Otro de los problemas que tenían era el elevado índice de fracaso escolar: “de los siete grupos de primero y segundo de la ESO solo llegaban tres a cuarto de la ESO”. Ante eso la receta fue, tras hacer el diagnóstico oportuno, apostar por mejorar la convivencia y dar otros pasos, además de racionalizar los deberes.

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Entre esos otros pasos, destaca la aplicación de metodología por proyectos (se han sumado en el centro 40 de los 70 profesores) y la tutoría entre iguales (a esto se ha sumado todo el claustro). Así que “el centro cambia por tocar muchas cosas, no solo por quitar los deberes”.

Además, junto a Jacinto Molero y Patricia Huertas conversamos también con otro profesor referente en esto de la innovación educativa: Jordi Adell, profesor doctor en el Departamento de Educación de la Univesitat Jaume I en Castellón.