Un campo pequeño, para un gran hombre
Jerez de la Frontera
Pepe Ravelo tiene desde el domingo un campo, el anexo a Chapín que lleva su nombre. Me parece bien, pero a secas. Cuando me dijeron que había que reconocer su labor, me llevé una gran alegría. Me parecía justo y hasta necesario. Pepe es más que una leyenda viva del xerecismo, de la ciudad, del deporte.
Pero el reconocimiento me dejó insatisfecho. Al fin y al cabo en el Anexo poco se juega. Entonces planteo: ¿Y si en vez del anexo es Chapín?. Sí, el estadio. ¿Porqué no? Algunos me dijeron que podía ser una solicitud al Ayuntamiento algo pretenciosa.
Pues permitirme que yo sea pretencioso. El circuito de Jerez se llama Ángel Nieto, Pedrosa tiene una curva, los pilotos tienen su estrella. Para mí, el anexo se queda minúsculo para un tipo con un corazón tan grande, que difícilmente cabría en el estadio.
Dicho esto, mi aplauso inmenso a quienes tuvieron la célebre idea de rendirle un cálido homenaje como éste, a un hombre que forma parte de la historia del Xerez sin apellidos. A un gran hombre, doy fe, que por cierto, llevaba en la solapa de su chaqueta la insignia de oro y brillantes del Xerez CD y le dedicó su homenaje a todos los xerecistas, incluso a los que le insultan. Toma ya.