Saber más que Briján

Jerez de la Frontera

Muy probablemente, Anthony y Susan sean las dos únicas personas que han visto todos los partidos disputados por el Xerez Deportivo FC desde su fundación, amistosos y bolos entre solteros y casados incluidos. En todos estos años han formado parte, con sus bufandas y su inconfundible aspecto de guiris, del paisaje habitual de la grada ya fuera en sus asientos como locales en Chapín, La Juventud, el Puntas Vela, el Navarro Flores o el Municipal de Bornos, o como visitantes en los campos más modestos y recónditos que puedan imaginarse.

Así ha sido hasta hoy, cuando los dos se habían quedado compuestos y sin entradas, como los cientos de xerecistas que hubieran poblado las gradas del campo principal de la Ciudad Deportiva Luis del Sol si la razón y el sentido común no se hubieran visto pìsoteados por la decisión lamentable, injusta y de muy mal estilo de los actuales responsables del Real Betis.

Sin embargo, Anthoy y Susan, que antes de llegar a vivir a Jerez habían estado toda su vida siguiendo al Brighton de sus amores, se las saben todas ante situaciones así. Él se plantó con una cartulina a la entrada del recinto deportivo en la que se leía en perfecto “spanglish”: “Betis tiene una falta de respeto para Xerez”. Lo cierto es que, no se sabe muy bien cómo, ambos fueron vistos en el descanso en el interior de las instalaciones siguiendo atentamente el partido de su equipo.

En Jerez es muy popular la frase “sabe más que Briján”. Todo apunta a que se refería a un británico llamado Brian que trabajó hace mucho tiempo en la industria bodeguera y que debió ser un hombre de gran cultura para la época y de respuesta para todo.

En este caso, Anthony, ha demostrado saber más que Briján, su paisano, y no sólo por la astucia con la que consiguió acceder al campo junto a su esposa pese a tener vetada la entrada al igual que el resto de aficionados jerezanos. Como persona nacida en el país que inventó el deporte rey era consciente de que al final la mejor forma de responder al rival con una provocación así es sobre el terreno de juego y con el balón de por medio. Ese esférico que es la única verdad verdadera en el fútbol que, a veces caprichosamente y en otras de la manera más justa pone a cada cual en su sitio.