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Chorizos

La opinión de Juan Miguel Alonso (25/3/2019)

La opinión de Juan Miguel Alonso (25/3/2019)

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León

El incendio en 2016 de la fábrica de Embutidos Rodríguez dejo al descubierto no sólo las cenizas de la factoría, sino también el hedor de un modelo laboral que se acerca mucho al esclavismo posmoderno: cerca de 400 trabajadores eran falsos autónomos . Es decir, curritos a los que se obligaba a trabajar por cuenta propia , con sus respectivas cotizaciones y riesgos, aunque la verdad es que su empleador era uno y su dependencia laboral no era la del cooperativista, sino la del currito obligado por el beneficio de la empresa. Si quieres trabajar, esto es lo que hay.

Para los dueños de los chorizos eran ventajas, para los currelas todo palos en las ruedas, riesgos y pérdida de derechos. Empezando por la obviedad de que no hay descansos, no hay vacaciones y no hay bajas por enfermedad. Un regreso al pasado en toda regla que engrasa los balances empresariales a costa del trabajador.

Este modelo vergonzante no es exclusivo de las cárnicas, y si uno rasca un poco se sorprende con su extensión en otros sectores como el del trasporte, donde son legión los que tienen que hipotecar vida y hacienda para llevarse una nómina escuálida cada mes a casa.

Cuando las administraciones regaron de euros públicos a estos chorizos rodrigueños para reconstruir la fábrica, los atribulados dueños prometieron acabar con un modelo más propio del Misisipi que de La Bañeza, pero el olvido y la caja parecen más fuertes que los compromisos con la justicia. De modo que aquí estamos aún con los señoritos del sector cárnico echando a 11 curritos por encabezar una huelga, promoviendo despidos a través de traslados encubiertos y negándose a cumplir lo prometido.

A estas alturas de la película, cabría preguntarse dónde está la inspección de trabajo y dónde la dignidad de estos empresarios que se dicen salvadores de su tierra, pero sólo encarnan lo peor de un cofradía negrera bien avanzado el siglo XXI. Pero claro, uno ve su eslogan publicitario: Siguiendo la tradición, y lo entiende todo.

 
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