Aumentan un 27% los errores de medicación en las residencias de mayores
Son datos oficiales notificados en el portal de Uso Seguro de Medicamentos de la Consejería de Sanidad
La consejería de Políticas Sociales aseguran que están trabajando en varios procedimientos con Sanidad para el control del uso seguro de los medicamentos en residencias
Durante 2017 en las residencias de ancianos y centros socio-sanitarios de la Comunidad de Madrid se notificaron 283 errores de medicación, un incremento del 27% respecto al año anterior y del 55% respecto a 2015. Unos datos que no solo preocupan a los familiares de los residentes también a los propios trabajadores. En el caso de la Residencia de Alcorcón, por ejemplo, han sido las propias auxiliares de enfermería las que han llevado el tema a la justicia. Dicen que la dirección del centro les obliga a aplicar tratamientos a los ancianos, que deberían dispensar las enfermeras porque ellas no tienen ni la preparación ni la obligación de hacerlo.
A Elena Romero, auxiliar de enfermería en la Residencia de Mayores de Alcorcón, no le sorprende el dato: "Me asusta, pero no me sorprende. Lo que me produce es una gran indignación porque el colectivo de TCAES, las auxiliares de enfermería de las residencias públicas, llevamos advirtiendo de este problema desde hace al menos dos años. Se lo hemos contado tanto a los directores de los centros como a la Gerencia del AMAS (Agencia Madrileña de Atención Social). También tenemos constancia de que muchos familiares de residentes han reclamado por errores en la medicación, y que sus mayores acabaron ingresados en el hospital".
Es el caso de Gema: "Un día me llamó la doctora de la residencia y me dijo que le habían dado a mi madre la medicación de otro anciano pero que no me preocupara, que ya habían llamado al Centro de Toxicología para preguntar qué le podían dar para que los fármacos tuvieran menos efecto. Imagínate como te quedas". Gema está convencida de que la mayoría de los errores en la medicación se producen "porque son las auxiliares de enfermería las que administran la medicación, cuando tendrían que hacerlo las enfermeras".
La madre de Pilar también vive en una residencia pública de la Comunidad de Madrid, no tiene deterioro cognitivo y conoce perfectamente las pastillas que tiene que tomar con cada comida. "Tiene pautado sintrom todos los días con la comida, pero muchas veces no le dan la pastilla y tiene que pedírsela a la enfermera. Otros días, sin embargo, le dan dos: una a la comida y otra a la merienda. De verdad que es un problema grave porque el exceso de esta medicación puede producir un sangrado masivo y su defecto puede hacer que entre en fibrilación auricular. En el caso de mi madre, tenemos suerte porque de cabeza está perfecta y se da cuenta de todo, pero qué estará pasando con las medicaciones de los residentes que padecen algún tipo de demencia".
Las auxiliares, por su parte, también creen que no es su cometido y denuncian que tienen demasiada carga laboral para poder realizar bien un trabajo, muy delicado, que puede poner en juego la salud de los residentes. "Somos muy pocos y, además, no descansamos lo suficiente. Baste con el dato de que en total a los trabajadores del turno de mañana y de tarde nos deben más de 300 días libres". Hay días, asegura Elena Romero: "que terminamos de levantar y asear a los abuelos a las doce y cuarto. A cada auxiliar le toca levantar a diez pacientes dependientes, sin presencia de ninguna enfermera. Cada vez hay más compañeras de baja, casi todas como consecuencia del estrés y la sobrecarga de trabajo. Con todo esto cómo no va a haber incidentes con las medicaciones".
Desde la Consejería de Políticas Sociales aseguran que están haciendo una gran labor conjunta con la consejería de Sanidad, trabajando en varios procedimientos e instrucciones para el control de uso seguro de los medicamentos en residencias. Apuntan, también, que el AMAS tiene varios protocolos relacionados con el proceso de farmacia y un Sistema de Gestión segura de Medicamentos y Prevención de Riesgos Yatrogénico.