"Los partidos tienen que tener claro que los derechos no tienen ninguna discapacidad"

Marisa tiene cuarenta años, es mediadora en el Museo del Prado y tiene discapacidad intelectual. El próximo domingo votará en las elecciones generales. Como ella, cien mil españoles que hasta ahora necesitaban una sentencia judicial para ejercer su derecho al voto irán a las urnas sin la intermediación de un juez. El Congreso aprobó en octubre una modificación de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) que suprimía los apartados del artículo tercero que establecían que carecen del derecho al voto “los declarados incapaces en virtud de sentencia judicial firme”.

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La iniciativa la impulsó el PSOE pero recoge el tirón de orejas que hizo ya el grupo socialista en la Asamblea de Madrid hace dos años. En la cámara madrileña, la diputada Mónica Silvana presentó una proposición de ley en la que pedía que España se acogiera a la directrices que el Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas de 2011, que recomendaba a España reconocer el derecho al voto, sin intermediación judicial, de este colectivo. La proposición se aprobó con el voto a favor de todos los grupos y se elevó al Congreso, que en noviembre del año pasado aprobó la modificación de la LOREG. España será a partir de este domingo el octavo país de la Unión Europea que no aplica restricciones por razón de discapacidad a la hora de votar.

Un cambio necesario y justo, a juicio de Marisa, que defiende que "somos personas con derechos y obligaciones a pesar de que ante la ley hemos sido distintos". Marisa es mediadora los fines de semana en el Museo del Prado y entre semana asiste al centro de día de la Fundación Esfera, en el municipio madrileño de Leganés. Junto a ella, Marín, de 26 años; Daniel, de 31, y Maripaz, de cincuenta. Hemos conversado con ellos para conocer qué opinan de este cambio de la ley y si consideran que los derechos y reivindicaciones de las personas con capacidad están en la agenda de los principales partidos políticos que concurren a las elecciones. "Tenemos días buenos y malos, como todos", comienza Marisa, "pero eso no justifica que los políticos nos relegen a la sombra. Tienen que escucharnos. Porque todos remamos en la misma dirección, que es la inclusión".