Premios para mujeres mal folladas y feas

Asturias

Hoy me gustaría hablarles de premios…

Y, aunque la jornada de ayer haya sido, precisamente, jornada de recompensas (y castigos) para algunos, van a tener que disculparme, hoy no pienso hablar de votos y escaños, si acaso para expresar mi alivio porque por fin se haya acabado la larga, la eterna campaña electoral en la que estábamos instalados. Dejarán de darnos papeletas en el mercado, globos en los parques, sonrisas de anuncio de pasta de dientes en cualquier lado. En muchos ayuntamientos serán necesarios pactos, en otros, los partidos ganadores, han ido más que sobrados. Quiero pensar que, desde hoy, se pondrán manos a la obra, se dedicarán a buscar la forma de mejorar el lugar en el que vivimos, los trabajos que corren peligro, los servicios que necesitamos…

Pues, como les decía al comienzo, hoy quería hablarles de premios…

Tengo que confesarles que estaba deseando que llegara este lunes para reflexionar desde esta ventana, de los surrealistas premios que dieron hace unos días a las mujeres que ganaron el campeonato de Asturias de squash. Entre la especial naturaleza de los premios y que a los hombres ganadores sí que les dieron los correspondientes y adecuados trofeos, cuando leí la noticia no podía dar crédito. Es que puedo imaginarme a los directivos de la federación yendo de compras. Qué despiporre, me los imagino entre chanzas y chascarrillos comprando los vibradores, las bandas depilatorias y los rodillos antidurezas. Qué jodíos…

La semana pasada se concedió además el Premio Princesa de Asturias de las Letras de este año a la escritora Siri Hustvedt, a quien, por cierto, pudimos escuchar en Avilés hace un par de años y a la que, los medios, entonces, prácticamente ningunearon, a pesar de su magnífica obra. Esperemos que no haya mentes brillantes que decidan adjuntar al premio algún aparatejo con el que, por supuesto sin mala intención, se la vaya a tildar de mal follada y feminista fea.