Ariel Rot vence a los elementos y llena de magia el Fuerte de Navidad

Cartagena

Ariel Rot llegó a Cartagena, donde era esperado con auténtica devoción (todo el aforo, al precio de 40 euros, se vendió en pocos días) y tuvo que luchar contra las inclemencias de la meteorología.

El lugar elegido para la cita, la terraza del Fuerte de Navidad, donde se sitúa uno de los faros de la bocana del puerto, se vio azotado por la lluvia a primera hora de la mañana, para derivar luego en un vendaval que amenazó con suspender la función. Sin embargo, un aplazamiento de una hora y el cambio del medio de transporte para los espectadores (en vez del barco se tuvo que optar por el autobús panorámico) permitieron disfrutar de una velada inolvidable. Eso sí, con público y artista ateridos de frio y en medio de los vientos de altamar, pero reconfortados con un concierto donde el músico de origen argentino desgranó lo más sobresaliente de su repertorio en solitario, y solo se concedió la licencia de cantar "Baila" de Tequila y una versión de "Mucho mejor", con un delicioso ritmo de tango, de Los Rodríguez.

Ampliar

El primer tramo del concierto lo hizo Rot alternando varias guitarras eléctricas, tocadas con su sello especial, el de un virtuoso que mueve los dedos a la velocidad de la luz para llenar de emociones el auditorio. Canciones como "Baile de ilusiones", "Adiós mundo cruel", "Me estás atrapando otra vez", y otros himnos de su trayectoria fueron aclamados por el público.

Ampliar

Durante todo el show Ariel Rot estuvo solo en escena, tocando con virtuosismo los instrumentos y llevando la calidez de su voz a un público que olvidó con facilidad el viento y el frio para entregarse al disfrute de grandísimas canciones, que ganan con la desnudez de ser interpretadas a guitarra o piano.

Y es que una de las sorpresas más agradables de la noche fue que buena parte del repertorio fue tocado a piano, por el propio Rot, pese a que no es este precisamente uno de los instrumentos que se hayan prodigado en sus conciertos. Una delicatessen para el disfrute de los pocos privilegiados (solo 200) que vivieron la función con la cercanía de una reunión de amigos, como una jam session en el salón de casa. En este tramo del show brilló "As de corazones", una de sus piezas más emblemáticas.

Y luego volvió a la guitarra, esta vez acústica para deleitar a la concurrencia con su cercanía y buen rollo.

Y mientras tanto, en la oscuridad de la noche revoloteaban con blanco refulgor las gaviotas, que en número de cien se acercaban para esperar la siguiente cita en la fortificación, la del 28 de junio con Mikel Erentxun.

Por lo demás, este festival, organizado por Puerto de Culturas, dependiente del Ayuntamiento de Cartagena, que tiende a consolidarse entre otros de mayor relumbrón en Cartagena (La Mar de Músicas, Festival de Jazz, etc.) ha mejorado mucho en temas que constituyen su seña de identidad, como la oferta gastronómica. Habrá que confiar en su evolución para que incluya más fechas y artistas y el tiempo acompañe para disfrutar la experiencia de vivir una noche de concierto y copas en una de las atalayas más privilegiadas de la ciudad.