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Turismo rural

Viveiro, el mejor campo base para explorar las Rías Altas

Fiesta, historia, playas y buena cocina: el único requisito es no tener prisa

El placer de un paseo por Viveiro. PINCHA SOBRE LA FOTO PARA VOTAR. / GETTY

Viveiro

Para conocer el norte de Galicia hay que pasar, sí o sí, por Viveiro, un munipio de algo más de 15.000 habitantes que conjuga a la perfección la belleza de una ría, la actividad comercial y el encanto de unas calles con siglos de historia. La capital de la comarca de La Mariña Occidental, además, puede servir como campo base para explorar las Rías Altas, tanto en coche como en ferrocarrill de vía estrecha (Feve). Solo hay un requisito imprescindible: no tener prisa.

Pasear por el casco histórico de Viveiro es un viaje a la historia medieval de Galicia. Al atravesar la muralla Puerta de Carlos V llegamos enseguida a la Plaza Maior, en la que destacan las fachadas con balcones y galerías acristaladas, típicas de la zona. Pero también conviene perderse callejeando hasta dar con la Puerta da Vila, la Puerta do Valado o iglesias como la de Santa María y Santiago-San Francisco.

Las vistas más bellas, de todas formas, son las que regala la ría, tanto a un lado como al otro del Puente Mayor. Un escenario ideal para caminar con el alivio de la brisa lucense y que, si queremos, puede acabar en la playa de Covas.

La playa de Covas, con Viveiro al fondo. / GETTY

En la zona hay muchas más, por supuesto: Esteiro, Abrela, San Román, Caolín, Arealonga... Y unos pocos kilómetros más allá, adentrándonos ya en la provincia de A Coruña, las imponentes vistas de la Estaca de Bares o, en Loiba, camino de Ortigueira, el "banco más bonito del mundo". En cuanto se hizo famoso, eso sí, dejó de ser el banco de la soledad y la tranquilidad. Pero la zona bien merece una visita.

A solo 50 kilómetros de Viveiro (en dirección a Asturias), además, se encuentra uno de los lugares más espectaculares del norte de España: la Playa de las Catedrales. La demanda turística es tan alta, sin embargo, que para visitarlas entre el 1 de julio y el 30 de septiembre hay que reservar previamente por internet.

Posiblemente, el banco más bonito del mundo. / GETTY

Otro lugar interesante, situado solo a 10 minutos de Viveiro, es el Souto da Retorta, también conocido como el bosque de eucaliptos centenarios de Chavín, donde se puede caminar entre árboles tan grandes como como el famoso avó (abuelo), plantado hacia 1880: mide más de 67 metros de altura y el perímetro del tronco supera los 10. La foto de grupo rodeando el árbol es todo un must.

Viveiro también cuenta con dos celebraciones estivales declaradas Fiestas de Interés Turístico Nacional: la Rapa das Bestas de Candaoso y la Romería de Naseiro. Eventos que compiten en popularidad con dos de los festivales musicales más importantes del verano en todas la cornisa cantábrica: el Resurrection Fest (heavy metal) y el Festival de Ortigueira (folk).

Los que, además de echarse unos bailes, también quieran explorar la gastronomía de la zona, lo tienen fácil: marisco, ternera, sardinas, merluza, empanadas, algas, buen pan... Productos que tratan muy bien en establecimientos como Arume, Carlos V, Louzao, Nito y O Recuncho. Pero también queda cerca Burela, a cuyo puerto llegan más toneladas de bonito que a ningún otro del Cantábrico.

Álvaro Villasante, chef del restaurante Paprika de Lugo (uno de los más interesantes de la provincia), recomienda A Lonxa, el bar de la lonja de Burela, porque partiendo de un producto con una frescura inigualable, apuestan por la brasa y la cocina tradicional: "Mientras te tomas algo, puedes disfrutar de los quehaceres del puerto".

 
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