"Estamos hartos del turismo de botellón"

Laredo

El turismo de botellón que, cada fin de semana, congrega a cientos de jóvenes en las inmediaciones de la playa Salvé, en Laredo, se ha convertido en una auténtica pesadilla, según relatan los vecinos de la zona.

“La falta de sueño, los ruidos, la suciedad y las peleas son constantes”, asegura Lorenzo Camino, vecino del Parque de los Tres Pescadores y reclaman al Ayuntamiento mayor vigilancia para evitar una práctica que está prohibida.

Camino es consciente de que los conciertos y verbenas “amenizan” las fiestas locales, pero pide que la celebración cambie de lugar, para poder descansar.

Cada noche, durante los meses de julio y agosto y, sobre todo, los fines de semana, cientos de jóvenes quedan para beber y muchos “ni siquiera tienen la mayoría de edad”.

“Mucha gente piensa que el botellón es un divertimento más de los jóvenes que se juntan en cuadrilla, pero no. El botellón consiste en beber en exceso y lógicamente se van animando, así que cuando les aprieta la tripa entran en nuestros portales y hacen sus necesidades”, explica.

En la villa pejina, los botellones se repiten cada fin de semana, durante todo el verano, una problemática que se solucionaría, dicen sus vecinos, si el Ayuntamiento aplicara la normativa.

“No solo nos impiden dormir, sino que ni siquiera recogen la basura que generan; es horrible”, se queja, Ana Álvarez, vecina de la zona.

Lamentan que el equipo de gobierno “no quiera” abordar el asunto y “escuchar” a los vecinos cuando el botellón supone un “problema de urgente solución”, “muy sensible” y que “están sufriendo” tantas familias en Laredo.