La realidad de la huerta una semana después de la gota fría

Alicante

La huerta es uno de los sectores económicos que más tardará en recuperarse del catastrófico episodio que sufrió la provincia de Alicante. La gota fría, que ha dejado casi 500 litros por metro cuadrado en 72 horas, ha anegado los campos de cultivo de varias poblaciones de la Vega Baja.

Además, Alicante y Murcia observan como durante este jueves, 19 de septiembre, ha comenzado el repliegue de los servicios de la Unidad Militar de Emergencias. Los 1.400 efectivos de las Fuerzas Armadas han realizado más de 800 rescates durante la semana.

En Orihuela, pese a que la ciudad está cerca de recuperar la normalidad, los campos siguen totalmente inundados. La cosecha de cítrico y hortaliza está prácticamente perdida. Está situación continuará durante días debido a la gran cantidad de agua embalsada. Fuentes del Ayuntamiento aseguran que la tierra "no traga más".

Daya Vieja, localidad que ha provisto de agua a Almoradí durante los últimos días, ha restablecido los suministros de agua y luz a todos sus vecinos. La parte negativa es que el 95 % de los cultivos de hortalizas se han perdido.

El desbordamiento del río Segura dejó graves daños en Dolores. El pueblo se encuentra solo a un metro de altitud sobre el nivel del mar y según su alcalde, José Joaquín Hernández, están "hasta arriba de agua" en el campo. El edil lamenta: "Hay lugares de la huera con tres metros de altura de agua, todo se ha echado a perder: la alcachofa, el brócoli, la col y la coliflor".

Pilar de la Horadada, población limítrofe con la región de Murcia, ha valorado las pérdidas a todos los niveles en 6 millones de euros. Se han registrado 366,3 litros por metro cuadrado en esta gota fría y su edil espera, igual que el resto de alcaldes, la reacción de las administraciones para dejar atrás lo antes posible este desastre.

Paso a Nivel 1 de Emergencia

Gabriela Bravo, consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, ha anunciado en Orihuela que la Vega Baja pasa al Nivel 1 de Emergencia, abandonando el Nivel 2. Pese a que "hay que seguir trabajando hasta recuperar la normalidad", la consellera ha admitido que "la situación ya no afecta al mismo nivel de población".

Bravo también ha advertido que se reforzará la vigilancia policial para evitar actos de pillaje en empresas y viviendas.