Sociedad

El servicio de Ginecología del Santos Reyes advierte: "No podemos mantener la actividad asistencial"

Indican que la falta de la mitad de los profesionales de la plantilla impide cubrir todas las necesidades del servicio, aunque se oponen a la derivación de los partos al HUBU por lo que solicitan como solución que se aplique urgentemente el Decreto de Movilidad Forzosa

Entrada del Hospital Santos Reyes de Aranda / Cadena SER

Aranda de Duero

El servicio de Ginecología del Hospital Santos Reyes hace aguas y no son precisamente para alumbrar una situación mejor: la falta, en la actualidad, de dos de los seis profesionales con los que debería contar el hospital y la baja inminente de un tercero, que dejaría a la mitad la plantilla de este servicio, hace prácticamente inviable el mantenimiento de toda la actividad asistencial que tiene asignada. De hecho hace ya meses que las mujeres embarazadas tienen que trasladarse a Burgos para someterse a la ecografía del segundo trimestre en el HUBU debido a la mencionada falta de profesionales. Y no son los únicos inconvenientes que en la última temporada están sufriendo las pacientes. Ni los profesionales, que al exceso de jornada laboral añaden la incomodidad de comprobar cómo se acumulan demoras en la atención a consultas de Ginecología, con constantes cambios de citas, cierre de quirófanos y con las manos atadas para cubrir las incidencias que se producen de forma inesperada.

Pero lo peor podría estar por llegar. Han sido los propios profesionales del servicio quienes lo advierten en un comunicado público. Y con contundencia: “Tres ginecólogos en activo no podemos cubrir la actividad asistencial de los seis de plantilla estructural”. Hay que tener en cuenta que la peculiaridad de este servicio hace imprescindible el establecimiento de guardias que atiendan los partos en el momento en el que produzcan. Con solo tres profesionales resulta materialmente imposible compatibilizar estos turnos con las consultas habituales y las pruebas diagnósticas, para las que, por cierto, el hospital ribereño está perfectamente dotado de medios, al igual que para ofrecer una asistencia al parto segura y humanizada, según indican desde el servicio ribereño de Ginecología. Por eso rechazan que la solución pase por derivar el parto al Hospital Universitario de Burgos, un runrún que viene repitiéndose de forma recurrente entre las pacientes y los ámbitos sanitarios de la localidad desde hace meses. Estos profesionales hablan ya abiertamente de esta posibilidad para indicar, de forma expresa, su oposición a la misma. “No apoyamos una derivación del parto al HUBU. El que una mujer en fase activa de parto se tenga que trasladar a 77 km conlleva asumir un riesgo innecesario y un trastorno en la vida familiar de nuestra población”.

Pero el servicio de Ginecología del hospital ribereño no se limita a advertir de esta situación, que califica de “crítica”, sino que sugiere cuál podría ser la solución hasta que se produzcan nuevas contrataciones, que sería lo deseable: piden que se aplique de forma urgente el Decreto de Movilidad Forzosa a instancias superiores de SACYL, de forma que se garantice un correcto funcionamiento del servicio de Ginecología hasta la incorporación de nuevos profesionale. Pero esto último parece más un deseo que una certeza. Está complicada la llegada más facultativos, dado que ya se ha intentado por todos los medios. Pero faltan médicos. O al menos  faltan médicos que quieran venir a Aranda.

El comunicado finaliza expresando la enorme preocupación que les provoca “esta situación crítica que vive la población dependiente de nuestro hospital.”

En cualquier caso, fuentes sanitarias indican que aunque emitieran de forma urgente el mencionado Decreto de Movilidad Forzosa, hasta su aplicación sigue siendo necesaria una solución inminente al problema que se va a producir en cuanto el servicio se quede al 50% de sus profesionales. No parece improbable que, como ha ocurrido con otros servicios deficitarios tanto en Aranda como en Miranda, haya profesionales de otros hospitales que se trasladen hasta el Santos Reyes para cubrir, de manera temporal, las necesidades del servicio.

Por su parte la Coordinadora por la Sanidad de la comarca, que apoya a este servicio con la difusión de su comunicado, considera que esta situación confirma la denuncia que mantienen desde hace años al advertir del desmantelamiento que estaba sufriendo el servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Santos Reyes y en general la Sanidad Pública de Aranda de Duero. Señalan como responsables de esta situación tanto a los anteriores como a los actuales cargos públicos de SACYL. Y expresan un temor: que la precarización del servicio de Ginecología arrastre al de Pediatría, que perdería parte de sus funciones si dejan de atenderse partos en Aranda.

Según los datos proporcionados por el portal de Transparencia de SACYL, pese a que el número de partos atendidos en los últimos años en Aranda había ido disminuyendo, la cifra se había estabilizado el último año: en 2018 nacieron en el Santos Reyes 336 bebés, uno más que en 2017, que fue el año con menor número de partos atendidos de las últimas ocho anualidades.

 
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