Quinto día de huelga de los alumnos de Bérchules y Torvizcón por los recortes de la Junta

Granada

Que la despoblación de la España profunda es un fenómeno imparable lo demuestran realidades tan duras como esta: los alumnos de Bérchules y Torvizcón, en la Alpujarra granadina, cumplen este martes el quinto día sin acudir a clase como medida de protesta ante la escasa atención de la Junta de Andalucía.

"Un colegio que se cierra es un pueblo que se muere", fue uno de los gritos de guerra de los padres y madres, que se concentraron la pasada semana ante la delegación de Educación de la Junta, en la capital, en busca de soluciones que, de momento, no han llegado.

Las AMPAS de estos municipios exigen un desdoblamiento de unidades en los centros rurales, que llegan a acumular en la misma clase niños de tres a 13 años.

En Torvizcón, desde el pasado 17 de septiembre, sólo ha acudido al colegio una niña de entre 47 alumnos mientras que en Bérchules lo han hecho tres entre 60.

"En la Alpujarra no nos van a callar", ha dicho a Radio Granada el alcalde de Torvizcón, Juan David Moreno. Junto a otros alcaldes de municipios afectados de la Alpujarra exigen a Eduación una solución inmediata, "porque hasta entonces los niños no acudirán a clase". Esperan con urgencia poder entrevistarse con el delegado del ramo, Antonio Jesús Castillo.

RESPUESTA DE EDUCACIÓN

Desde la Junta defienden que su actuación se ajusta a la norma y que el decreto de escolarización establece en trece el límite de alumnos para desdoblar un aula que es mixta, esto es, que atiende a niños de distintos cursos. Por ello, en las localidades donde no se alcanzan los 14 estudiantes, como Alcútar y Juviles, se ha agrupado a alumnos con un profesor por esta circunstancia.

El Gobierno andaluz se ha mostrado dispuesto a escuchar las reivindicaciones de estos padres a los que ha pedido "reflexión", en tanto que "como medida de presión" no están llevando a sus hijos al colegio en una etapa educativa obligatoria.