El apoyo y la solidaridad ciudadana anima a los encerrados de Vesuvius a resistir

Oviedo

Los tres trabajadores de la fábrica de Vesuvius en Riaño, que este miércoles iniciaron un encierro en la catedral de Oviedo, han pasado ya su primera noche en el templo. Ellos se han atrincherado en el interior pero no están solos. Fuera, en la plaza de Alfonso II El Casto, sus compañeros hacen turnos de cuatro en cuatro por si los encerrados necesitan algo, y la ciudadanía de Oviedo no ha dejado de tener muestras de apoyo con ellos.

Los ánimos no les fallan, porque dicen luchar por sus puestos de trabajo, por su dignidad y por lo que es justo. El objetivo es evitar el cierre en Langreo, con el único objetivo por parte de la empresa, insisten los trabajadores, de deslocalizar la producción e irse a otros países donde obtener más beneficios. Por los 111 trabajadores de la factoría de Riaño seguirán encerrados tres de ellos. Fuera, sus compañeros mantienen siempre un retén de cuatro personas en turnos de 8 horas.   Reconocen que la preocupación aumenta a medida que se acerca el lunes, cuando vence el periodo de consultas del ERE y la empresa sigue sin intención de retirarlo y abrir una nueva negociación sin despidos encima de la mesa.

Eso sí, sienten el apoyo de la gente. Aseguran son muchos los ovetenses que se han acercado para darles ánimos, y la gerencia de la cafetería El Llar de la Catedral les han ofrecido bebidas calientes para combatir el frío de la mañana e incluso un menú para la comida de los encerrados.

Entre tanto continúan las reuniones entre empresa y representantes de los trabajadores. Este jueves han vuelto a verse en el SASEC sin que por el momento se hallan producido avances. La empresa mantiene el ERE, y el tiempo apremia.