'Sinhogarismo', la guía para tratar sin estereotipos una gran problemática social

Santiago de Compostela

El sinhogarismo es una realidad muy compleja, dura y difícil de explicar en una crónica. Los medios de comunicación tienen la responsabilidad de contar con respeto, veracidad y sin estereotipos noticias que tienen como protagonistas viviendo situaciones muy adversas.

Es por ello que la Xunta de Galicia presentó una nueva guía, un manual para profesionales de la comunicación, elaborado en colaboración con Cruz Roja, para conseguir la implicación de los periodistas pra transmitir una imagen apropiada, constructiva y digna a la ciudadanía acerca de las personas que no tienen hogar.

La conselleira de Política Social, Fabiola García, hizo hincapié en la necesidad de que los medios de comunicación sean cuidadosos, y que a la hora de transmitir la realidad de las personas sin hogar lo hagan sin estereotipos y perjuicios.

La presidenta de Cruz Roja en Galicia, Carmen Colmeiro, también demandó la colaboración de los comunicadores, en periódicos, radios y televisiones, para que se tramsita una imagen digna de aquellas personas que viven en la calle.

La guía cuenta con 16 páginas con ilustraciones de Miquel Fuster, que durante 15 años vivió en primera persona esta situación. La primera parte de la guía contiene información sobre las personas sin hogar en Galicia, basándose en el estudio que el año pasado presentaron tanto la Xunta de Galicia como la Cruz Roja.

La segunda parte del manual recoge recomendaciones para que los periodistas puedan hablar de esta problemática de la forma más correcta posible. Así, se recomienda evitar el uso de determinado tipo de expresiones (indigente, vagabundo), propone que se cuenten historias en positivo o que se dé voz a fuentes especializadas.

Miquel Fuster explicó que el miedo, la soledad, el frío y las agresiones forman parte del día a día de las personas sin hogar, e incidió en la dificultad de salir de la rueda, incluso en aquellos casos en los que algún familiar les ofrezca techo. "En los sitios te sientes un intruso. Cuando has tenido tu vida propia, ¿a quién le gusta ser un eterno convidado?", comentó.

También detalló las dificultades de vivir sin recursos y los problemas a los que se enfrentaba en muchas ocasiones a la hora de entrar en un albergue para pasar la noche. Así, explicó que había ocasiones en las que, después de haber hecho tres horas de cola, se quedaba sin plaza porque había otros que se colaban por delante de él. "¿Qué vas a hacer? ¿Liarte a palos?", se preguntó.

Fuster recordó que, a medida que pasa el tiempo, las puertas se van cerrando, y la persona sin hogar se va encontrando cada vez más sola. "En la calle estás solo, con tu alcohol, tus fantasmas y tu tragedia. Cuesta mucho salir", agregó.