Miguel López insistía en que la muerte de su suegra era por los negocios de la familia en Sudamérica

Alicante

En la Audiencia de Alicante el juicio por el caso Sala está llegando a su final. Este martes se ha celebrado la última jornada de pruebas periciales y el jurado ha podido escuchar las conversaciones telefónicas de Miguel López en los días inmediatamente posteriores al asesinato de María del Carmen Martínez. La policía le había pinchado el móvil.

Mañana miércoles, la sesión se dedicará a que las partes presenten sus informes finales y conclusiones. El jueves, se entregará al jurado el objeto del veredicto para su deliberación.

Este martes los miembros del jurado han podido oír las conversaciones telefónicas que Miguel López, único acusado por el crimen, mantuvo con algunas de esas personas que le llamaban para darle el pésame e interesarse por la familia tras la muerte a tiros de su suegra, María del Carmen Martínez, en el lavadero del concesionario que regentaba.

En las cinco seleccionadas por el Fiscal, a las que se ha sumado la acusación particular, se ha oído cómo de manera repetitiva López relata que sus primeras sospechas recayeron en un robo hacia su suegra, pero también cómo después sospecha de “algún tipo de aviso” hacia su cuñado, Vicente Sala, porque el negocio del plástico en Sudamérica “debía estar jodiendo a alguien allí”. O es eso, dice en una de las conversaciones, o es algo relacionado con la CAM (su suegro había sido el presidente de la entidad alicantina). Esta conversación es de cuatro días después del crimen.

Por el contrario, la defensa de Miguel López ha solicitado que los nueve miembros del jurado escucharan aquellas llamadas en las que su cliente suena afectado por la muerte de su suegra y colaborador y solícito cuando le llama el policía encargado de la investigación.

Además, se ha podido escuchar la llamada entre su mujer y su hijo, después de que el menor publicara una foto en Instagram tras la muerte de su abuela con la frase “jaque mate”. Fue el 12 de diciembre de 2016. El acusado le dice a su hijo “te cojo del cuello y te doy dos hostias”, a modo de reprimenda.

También se han mostrado los vídeos realizados por la Policía en el lugar del crimen y se han visionado las grabaciones de las cámaras de seguridad del recinto en el que estaban los chalés de la familia Sala Martínez.

Antes han declarado los policías encargados de los informes de los restos de ADN encontrados en la mano izquierda de la víctima. Han ratificado que no son del acusado. El de la mano derecha es de uno de los sanitarios que atendieron a María del Carmen.

Recordamos que Miguel López se enfrenta a 24 años de cárcel por asesinar a su suegra el 9 de diciembre de 2016 en el concesionario que él regentaba. Es lo que piden para él la fiscalía y el hijo de la víctima. Por el contrario, la defensa solicita la libre absolución, puesto que la acusación se basa en indicios.