Sociedad

Encuentran una plantación de cannabis en un frigorífico enterrado a cinco metros bajo tierra

La Guardia Civil ha intervenido 89 plantas de cannabis sativa y ha investigado a un vecino de la comarca por un delito contra la salud pública

Este zulo improvisado fue encontrado en un barranco de Jérez del Marquesado de muy difícil acceso / Rodrigo Molero

Guadix

La Guardia Civil ha investigado a un hombre de 56 años de edad sin antecedentes policiales, como presunto autor de un delito contra la salud pública por cultivo de droga y de un delito de defraudación de fluido eléctrico, después de que los agentes del puesto de Jérez del Marquesado encontraran una plantación de cannabis sativa en un zulo improvisado en un barranco de ese término municipal.

Es un hecho que los narcotraficantes intentan ocultar su actividad en la medida de sus posibilidades y dificultar cuanto sea posible el trabajo de la Guardia Civil, pero la constancia y laboriosidad de la Benemérita en sus investigaciones logra finalmente poner a los delincuentes a disposición judicial.

El trabajo de la Guardia Civil es descubrir dicha actividad y detener a los autores. Pero hay ocasiones en las que la inventiva de los delincuentes sorprende a los investigadores, como en el caso que nos ocupa.

Hasta ahora lo habitual era encontrar plantaciones de cannabis de interior en sótanos o en habitaciones de viviendas, en naves industriales, etc.; y plantaciones de exterior en mitad del monte, en huertos o en invernaderos. Pero encontrar una plantación en un zulo en mitad de un barranco de muy difícil acceso es la primera vez que ocurre en la provincia de Granada.

El investigado posee un terreno de difícil acceso en la rambla de Los Puntales, a unos 9 kilómetros de Jérez del Marquesado. Allí mandó cavar el pasado verano un agujero de unos cinco metros de profundidad lo suficientemente grande como para que cupiera un semirremolque frigorífico de 15 metros de largo; abrió un agujero en el techo y colocó un tubo del diámetro de una persona con una escalera metálica que más tarde serviría de acceso al interior del semirremolque, y luego lo enterró, dejando al aire lo que parecía la apertura de un pozo.

Para cultivar cannabis dentro de un agujero es necesario contar con electricidad, así que el investigado, presuntamente, enganchó ilegalmente un cable a una torreta eléctrica situada a más de 200 metros de distancia y lo trasladó hasta el semirremolque.

Todo este ingente trabajo se fue al traste cuando la Guardia Civil de Jérez del Marquesado, apoyados luego por los guardias civiles del Área de Investigación del Fardes, observó un movimiento inusual de personas en esta zona y encontró restos de plantas de cannabis en los alrededores de la finca, por lo que se decidió vigilarla al sospechar que pudiera haber una plantación cerca.

La investigación se prolongó varias semanas, hasta que los agentes descubrieron, con sorpresa, la unidad externa de un aparato de aire acondicionado bajo unas ramas secas funcionando en mitad del campo. Apartaron las ramas y descubrieron lo que parecía la boca de un pozo, la abrieron y justo debajo, a unos dos metros de profundidad, apareció un zulo con todo el aparataje necesario para el cultivo del cannabis y una plantación en la que crecían 89 plantas en avanzado estado de floración.

 
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