Zamora pierde, Benavente gana

El 2019 acabó con nueva depresión demográfica, confirmando que Zamora es, porcentualmente, la que ha perdido más población en el último año, por delante de León. Pero la evolución demográfica también tiene otras lecturas, antes de que en estos primeros días del año el INE saque nuevos datos coyunturales de población. Sobre todo, si se comparan los datos de los últimos 20 años. Por ejemplo, la provincia ha perdido un 16 por ciento de su población, más de 32.000 habitantes desde 1998. Una evolución demográfica que se puede comparar con la evolución del alfoz de los principales núcleos urbanos, Zamora y Benavente.

En el alfoz de Zamora hay una consideración previa: la capital ha perdido 3.015 habitantes (un 5 por ciento) entre 1998 y 2019. Son casi tantos como el aumento de población experimentado por varios municipios de su alfoz en el mismo periodo. Aunque no todos han crecido. De hecho, en los 20 últimos años sólo aumentan población: Roales del Pan, Arcenillas, Monfarracinos, Moraleja del Vino, Morales del Vino, Valcabado y Villaralbo. Entre todos ellos, suman 3.170 habitantes más desde 1998. Y casi la mitad de ese incremento poblacional, presumiblemente a costa de la capital, se lo lleva Morales del Vino, cuyo censo ha crecido un 51 por ciento desde 1998.

Sin embargo, el municipio que experimenta un mayor crecimiento porcentual es Roales del Pan, que ha crecido más de un 130 por ciento en las últimas dos décadas. Tampoco es desdeñable el crecimiento de Monfarracinos (más del 60 por ciento), Arcenillas (un 46 por ciento) o Moraleja del Vino (casi el 35 por ciento). Villaralbo (un 15 por ciento) y Valcabado (un 5 por ciento), experimentan un crecimiento más modesto. Frente a esta evolución, quedan en números rojos poblaciones como Coreses, La Hiniesta, Pereruela o Cubillos.